Ponchín fue profeta en su tierra
El joven cortador portillano José Luis López “Ponchín” ganó en concurso de cortes “Comunidad de Villa y Tierra” celebrado en la tarde de ayer en la Plaza de Toros de Portillo.
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Tarde muy agradable la vivida ayer en la Plaza de Toros de Portillo en la que quince cortadores llegados de toda la geografía nacional ofrecieron un amplio repertorio de saltos, quiebros y cortes que entretuvieron al público que prácticamente llenaba el coso portillano. Los quince participantes se repartieron en tres grupos de cinco y se enfrentaron en la fase de clasificación u unas vacas, reservándose un utrero para la final. En los prolegómenos del festejo se realizó un homenaje al cortador Jonatan Vaca, corneado por un toro en el primer encierro del pasado año.
Hay que destacar la gran participación de muchos jóvenes cortadores de Tierra de Pinares como los iscarienses Miguel Aceves, Óliver García y Eduardo Sanguino o de la Pedraja de Portillo como Hugo Coello. Además, el concurso contó como una representante femenina, Melanie San José, que realizó unos cortes más que dignos en su respectiva tanda. El delirio en las gradas se produjo cuando durante la presentación sonaron los nombres de los cortadores locales José Luis López “Ponchín” y Gerardo Alonso.
Las tandas de clasificación resultaron muy variadas en cuanto a suertes ejecutadas que fueron desde los cortes de rodillas de Ponchín a los saltos en tirabuzón del lasecano Eusebio Sacristán “Use”. El íscariense Óliver García ofreció alguno de los cortes más ajustados de la tarde, de tal manera que en uno de ellos el pitón de la vaca le rasgó el lateral de la camiseta. Además, otro iscariense, Eduardo Sanguino, resultó golpeado sin consecuencias en la zona púbica por el ejemplar que le tocó en suerte saliendo nuevamente a realizar su corte, detalle muy apreciado por el público.
Tras las eliminatorias, los cuatro cortadores que pasaron a la final fueron el iscariense Óliver García, Ponchín, Roberto Vidal y Saúl Rivera resultando vencedor el de portillo por delante de Roberto, Saúl y Óliver.
Durante el espectáculo, un espectador sufrió un ataque epiléptico por lo que fue atendido in sito en las gradas de la plaza por efectivos de Cruz Roja y trasladado posteriormente a un hospital de la capital vallisoletana. Destacar también los variados cortes que un grupo de niños realizaron durante el impás de la competición a un carretón así como las ovaciones, por su pericia en la ejecución, que se llevó el operario que guiaba el dumper con el que se rastrilló la plaza antes de que se celebrara la final.
Ya por la noche, y en la esperada suelta de cajones de dos de los ejemplares del Sierro adquiridos por el Ayuntamiento para los festejos, el ganador del concurso fue el encargado de recibir a uno de los morlacos. Tras recorrer las calles y marchar a la plaza de toros, la desgracia quiso que ambos ejemplaros de la afamada ganadería salmantina chocaran brutalmente resultado muertos, uno al instante y otro una vez que entró a toriles.