Viana de Cega despidió sus fiestas mostrando un año más su fervor por San Roque

Los actos en honor del patrón fueron lo más destacado de una jornada en la que tampoco faltaron festejos taurinos, actividades lúdicas para los más pequeños y eventos de corte gastronómico

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Viana de Cega disfrutó en la jornada de ayer martes del último día de sus fiestas patronales. Lo hizo por todo lo grande pues este año este cierre coincidió con la festividad de su patrón, San Roque.

Arrancó el programa oficial con los tradicionales e indispensables pasacalles, cabezudos incluidos, al ritmo de los dulzaineros locales y con la colaboración de miembros de las peñas CDA y BNC.

Ya a esas horas un grupo de vecinos, bajo la dirección del hijo de la villa y alcalde de Castrodeza José Antonio González Gerbolés ‘Chambete’, habían finalizado la alfombra floral sita en la calle Nueva Cañada sobre la que horas después transitaría la imagen del patrón…pero esa es otra historia.

A las once y media de la mañana, oficiada los párrocos de Viana, Sebastián Aldabero, y Simancas, Roberto Pérez Brisomontano, daba comienzo en la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora una misa en honor de San Roque que contó, como es costumbre en ocasiones señaladas, con la presencia de las autoridades locales con su alcalde, Alberto Jesús Collantes Velasco, a la cabeza y que estuvo amenizada por el grupo de canto Albares.

Tres cuartos de hora después se abrían las puertas del moderno templo, edificado en 1965, y al son del Himno Nacional tocado por los Dulzaineros de Viana daba comienzo una procesión por las calles de la localidad. Como de costumbre, se entremezclaban las entradillas con las jotas y como de costumbre, desde hace casi dos décadas, José Antonio Pérez ‘Recortes’ ponía orden cinto en mano entre las dos hileras de danzantes.

La procesión avanzaba y tras pasar por los soportales del Ayuntamiento y recorrer la Plaza Mayor, la imagen de San Roque iba poco a poco aproximándose a un destino especial donde la alfombra floral que mencionábamos líneas arriba, de fondo blanco con motivos violetas, rojos y amarillos, y presidida por el escudo de Viana de Cega, esperaba su paso.

Hay que recordar que tras tres lustros de ausencia, la procesión de San Roque de Viana de Cega recuperaba en 2019, las últimas fiestas antes de la pandemia, esta hermosa tradición. Fue un momento especial, no sólo por la ofrenda de un ramo de flores que tres niños de la localidad hicieron a su patrón, sino por el recuerdo a los vianeros fallecidos y internos en residencias que tuvo el vecino y exalcalde Pedro Pablo Pérez Espartero. Y sobre ese tapiz de colores pasó la imagen del santo, a hombros de cuatro cofrades, mientras a cada uno de los lados vecinos y vecinas danzaban en su honor.

La procesión finalizó, como sucede años tras año desde hace décadas, con el baile de la rueda frente a la iglesia. Por indicación del párroco local debido al “deterioro de la imagen” el tradicional besamanos de la talla sanroqueña se sustituyó por una sesión fotográfica en el interior del templo.

Acto seguido todo aquel que lo deseó pudo degustar unas pastas y una limonada en el tradicional refresco que el Ayuntamiento ofrece en la Casa de Cultura.

Tras el paréntesis para el vermut, la comida y la sobremesa, el programa se retomó por la tarde con un parque de hinchables acuáticos para todos los públicos en el campo anexo del campo de fútbol.

A última hora de la tarde tuvo lugar una parrillada popular en el lateral del CEIP Pinares del Cega y a las nueve de la noche daba comienzo el sexto y último encierro urbano. El programa concluyó con un espectáculo pirotécnico a cargo de Kull de Sac en el Parque de La Resinera y con el concierto de los Desgraciaus en la Plaza Mayor.

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