Triste despedida para San Roque en Aldeamayor

  • Al igual que el día de su traslado hasta la iglesia parroquial, la imagen del patrón  de la villa realizó ayer lunes el recorrido inverso sin música ni procesión multitudinaria
  • Sólo unos pocos feligreses, guardando las preceptivas distancias de seguridad acompañaron al santo en este triste tránsito

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Los vecinos de Aldeamayor de San Martín cumplieron con la tradición y tras nueve días de estancia en la iglesia de la localidad, la imagen de su patrón, San Roque, fue devuelta a su ermita en un sobrio traslado obligado por las circunstancias sanitarias.

Como cada día de San Bartolomé, previa al traslado, se celebró una misa en la que se volvieron a cumplir las medidas anti contagio prescritas por las autoridades sanitarias reducción de aforo incluida. Lo excepcional en este año, que será recordado por la suspensión de las fiestas, ha sido una vuelta a los orígenes de la tradición con el rezo del novenario al santo entre los días 15 y 24 de agosto. Esa es precisamente la razón de que su imagen permanezca esas 9 jornadas en la iglesia. Esa tradición se ha mantenido pero desde hace ya bastantes décadas, sino algún siglo, la novena se reza antes de la segunda quincena de agosto en la propia ermita. Ayer fue, por tanto, la última de las novenas en este atípico 2020.

Finalizadas por tanto la santa misa y la novena la imagen del patrón, colocada en sus inseparables andas castellanas, abandonó el templo a hombros de cuatro devotos vecinos en dirección a la Plaza Mayor donde le esperaba  la misma carroza a ruedas en la que se desplazó el día 15 para realizar el recorrido inverso. Sin más compañía que estos vecinos, el alcalde, Fernando de la Cal, y el juez de Paz, Gerardo Cristóbal, y el sacerdote, José María Gil, la exigua procesión transitó en silencio por la calles Larga y Constitución hasta cruzar en Puente Canto y dirigirse a la ermita. Varios fueron los feligreses que a cierta distancia, cubiertos su rostro con mascarilla y a cierta distancia los unos de los otros se acercaron hasta la zona para despedir a Roque, santo, peregrino hasta el próximo año si Dios…y la pandemia quieren.

Precisamente antes de que se cerraran las puertas de la ermita, el propio Gil pidió  su intercesión al santo, abogado contra la peste y las epidemias, para que el año que viene las fiestas en su honor puedan desarrollarse con normalidad y, por tanto, la pandemia de la COVID 19 haya remitido.