Taniana Torija, promotora de la granja de pollos de San Miguel del Arroyo: “Si no sale este proyecto, me arruinan la vida”

  • Tras limitarse a cumplir lo señalado en las normas urbanísticas del municipio en lo relativo a estas instalaciones, incurriendo en numerosos y cuantiosos gastos, esta vecina de Cuéllar se encuentra con esta situación
  • No tiene ningún inconveniente en reunirse con los representantes de la asociación para explicarles en qué consiste su proyecto

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Tatiana Torija Sanz es la vecina de Cuéllar que promueve en la vecina localidad de San Miguel  del Arroyo la explotación de pollos a la que se opone la  asociación ‘San Miguel en vivo’. Desde ayer martes, cuando saltó la noticia en diferentes medios, no sale de su asombro ni del estado de angustia en el que esta situación le ha sumido hasta el punto de señalar a esta redacción que “si este proyecto no sale, me arruinan la vida”.

La maternidad hizo que tuviera que abandonar su trabajo por tener que dedicarse al cuidado de sus dos hijos y hace aproximadamente un año le surgió la posibilidad de promover una actividad, como la de la cría de pollos engorde, que le permitiría “tener un futuro estable y conciliar mi vida laboral y familiar”. A partir de ahí y tras la realización de un curso sobre el sector, Tatiana realiza las oportunas consultas en el Ayuntamiento de San Miguel del Arroyo donde confirma que su negocio es compatible con la normativa municipal existente y tras ello decide adquirir unos terrenos y elaborar un proyecto que es el que registra a mediados de julio. “Si a mí desde el principio me dicen en el Ayuntamiento que lo que yo propongo no se puede ubicar en San Miguel, ni me hubiera molestado, pero lo único que se me indicó es que para poder instalarme allí me tendría que atener a los parámetros de construcción que aparecen en las normas urbanísticas municipales” explica la afectada.

El tiempo pasa y ayer Tatiana comprueba como su proyecto es notica en los medios de comunicación. “Yo he comprado unas tierras, he pagado un proyecto con un coste elevado y he realizado unos gastos y ahora me encuentro con que si esto se tira para atrás, me destrozan la vida”.

La cuellarana no tiene ningún inconveniente en reunirse con los representantes de la asociación para explicarles en qué consiste su proyecto y aclararles algunas informaciones erróneas que han aportado a los medios. “No explican toda la verdad. Ellos se basan en que yo voy a amontonar 500.000 kilos al año de estiércol cuando la verdad es que a mí la Junta de Castilla y León me obliga a contratar a un gestor de residuos para que se lo lleve de allí. Incluso la empresa a la que yo vendería los pollos, con la que ya tengo un precontrato, me obliga a cumplir unas condiciones sanitarias. Ellos hablan también de que la construcción de mi nave va a destrozar su medio. Para empezar, mi proyecto no necesita informe de impacto ambiental y se trata de una explotación que no genera los olores que emiten otro tipo de granjas. Además, mi instalación está proyectada en una zona que supera el mínimo de metros exigidos con respecto al casco urbano”.  

Por todo lo anterior, y sobre todo porque en ningún momento se le indicara desde el Ayuntamiento que lo que ella no proyecta no se pudiera realizar, es por lo que Tatiana no entiende por qué de esta situación. «Sencillamente, no sé que pensar. LO único que quiero es ganarme la vida y me salen con éstas» concluye.

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