Los vecinos de Aldeamayor volvieron a disfrutar de la música de la dulzaina

  • Con la celebración de la XXXIV edición del Certamen de Dulzaina que se celebra anualmente en la localidad
  • Participaron el Colectivo Atabal, de Burgos; Dulzainas del Astillero, de Cantabria; y la EMT Tierra de Pinares, de Aldeamayor

Pueblosycomarcas.com@PueblosComarcas

El coronavirus, que tantas actividades lúdicas y culturales ha obligado a cancelar desde el pasado mes de marzo, no pudo silenciar el sonido de las dulzainas que cada agosto, desde hace más de 30 años, resuena en Aldeamayor de San Martín. Ayer sábado  los amantes de este instrumento tuvieron su cita anual con una nueva edición, la número 34, del Certamen de Dulzaina que organiza la Escuela de Música Tradicional ‘Tierra de Pinares’ en colaboración con el Ayuntamiento del municipio.

Este año las condiciones han hecho que el evento se trasladase de su ubicación habitual -el teatro de la Casa de Cultura ‘Adolfo Suárez’- al auditorio de la piscina municipal y eso a pesar de que la impresionante tormenta que azotó la zona a media tarde hizo peligrar por momentos la celebración del certamen.

Los primeros en salir al escenario del recinto fueron los cuatro integrantes del Colectivo ATABAL llegados desde Burgos. Se trata de una formación que nace en 1988 y a lo largo de estos años ha contribuido a la difusión de la música tradicional, principalmente de Castilla y León, aunque no de forma exclusiva ya que, ocasionalmente ha incluido en su repertorio temas de otras latitudes. Durante este tiempo ATABAL ha intentado la integración de instrumentos tradicionales como dulzainas, tambores, pitos o panderos con otros más actuales como bajo, saxos o teclados sin renunciar a la esencia de la música popular. Entre sus trabajos cabe destacar la edición de un CD que, bajo el título Recuerdos de Ayer, recoge la obra del desaparecido dulzainero burgalés Teófilo Arroyo, así como colaboraciones en distintas publicaciones. Asimismo, desde su creación, ATABAL ha participado en diversos festivales y certámenes y ofrecido numerosos conciertos en España y Portugal, incluido este mismo certamen al que ya acudieron en 1992.

En su actuación interpretaron temas de distintos puntos de la geografía burgalesa como las Merindades, danzas y pasacalles tradicionales de las Fiestas del Corpus de Burgos capital, piezas compuestas por la saga de ‘Los Pollos’, de la zona de la Ribera del Duero y temas de la comarca de ‘La Riojilla’ en la Sierra de la Demanda.

Tal como estaba anunciado en el cartel promocional del evento, los segundos participantes de la cita fueron Dulzainas del Astillero, de Cantabria, grupo de dulzaina y percusión creado en 2012 en la escuela de folclore de Astillero por su profesor, Carlos Ealo. Desde entonces han participado en diferentes certámenes dulzaineros como el Día del Dulzainero de Burgos, Aires de Dulzaina en Soria, Encuentros de Dulzaina de Palencia, Fuentes de Nava, Saldaña, Colindres, Llodio y en la mayoría de festivales folk de Cantabria. Su repertorio abarca desde numerosos temas recuperados de la tradición dulzainera de Cantabria (casi perdida y reducida a la zona sur y este de la región) hasta temas propios y algunas versiones de éxitos rock.

De este repertorio extrajeron para el público de Aldeamayor, qué prácticamente compleró el aforo habilitado para la ocasión cumpliendo además de manera escrupulosa todas las medidas de higiene y seguridad, unas jotas del sur de Cantabria, de la zona de Campurriana; unas danzas tradicionales de la zona oriental; unas jotas de la comarca central de Cantabria interpretadas con requinto o pito cántabro; un ligero de la zona de Landeral, en Guriezo; una jota originaria del Valle de Soba, etc. e incluso se atrevieron con una versión del tema ‘Fiesta Pagana’ del grupo rock Mago de Oz. Como punto final interpretaron un pasodoble compuesto por el propio Ealo titulado ‘Panceau de Escalante’.

Como punto y final a la noche llegó el turno de la Escuela de Música Tradicional ‘Tierra de Pinares’, anfitriona del evento y surgida en los años 80 del siglo pasado de la mano de grandes dulzaineros como José Luis Castán y Luis Ángel Fernández. Desde entonces, la dulzaina de Aldeamayor ha paseado el nombre de la localidad no sólo por la provincia de Valladolid sino por toda España y puntos del extranjero convirtiendo a la villa en referente en el estudio de la dulzaina de ámbito no sólo local sino también comarcal y viendo así nacer una generación de dulzaineros y redoblantes única puesto que muy pocos llegan al nivel de trabajo, exigencia, estudio y compromiso en el cual se encuentran los integrantes de la escuela de dulzaina de la localidad.

Las piezas que interpretaron como colofón a esta trigésimo cuarta edición del certamen fueron todas inéditas respecto a lo que se ha escuchado en las ediciones pasadas, muchas de ellas compuestas o trabajadas durante los meses que duró el estado de alarma como el ‘Pasacalles del Gachy’, dedicado a Aldeamayor; una diana dedicada a uno de los ex integrantes de la escuela, Eduardo Torres; una jota de ‘Los Pichilines’, clan familiar de dulzaineros de Peñafiel; el pasodoble ‘Manolete’, arreglado para dulzaina por el pedrajero Francisco García; una danza dedicada al dulzainero Jorge López Santos, y como punto y final, la tradicional jota ‘Mariloli’.

Antes de finalizar la velada, uno de los directores de la escuela de Aldeamayor, Luis Ángel Fernández, aprovechó para agradecer la participación de los grupos participantes así como el trabajo de los responsables del sonido, encabezados por Antonio Morín, y del personal del área de Cultura del Ayuntamiento de Aldamayor que durante todo el día estuvieron pendientes de todos y cada uno de los detalles necesarios para la organización del evento.