El Museo de San Francisco de Medina de Rioseco reabre sus puertas mañana

  • Las visitas, que serán gratuitas hasta que se completen las distintas fases del plan de desescalada, tendrán un horario, de martes a viernes, de 17 a 20 horas; los sábados, de 11 a 14 horas y de 17 a 20 horas, y los domingos, de 11 a 14 horas

Pueblosycomarcas.com@PueblosComarcas

El Museo de San Francisco de Medina de Rioseco reabre sus puertas el sábado, 23 de mayo, después de más de dos meses de haberse cerrado a mediados del mes de marzo debido al estado de alama decretado por la crisis sanitaria del Covid-19.

Las visitas, que serán gratuitas hasta que se completen las distintas fases del plan de desescalada, tendrán un horario, de martes a viernes, de 17 a 20 horas; los sábados, de 11 a 14 horas y de 17 a 20 horas, y los domingos, de 11 a 14 horas. Las visitas serán libres con aforo restringido de 20 personas, siendo obligatorio el uso de mascarilla y de gel hidroalcohólico. Las visitas serán individuales, entendiendo como tales tanto la visita de una persona como la de una unidad familiar o una unidad de convivencia análoga, siempre que se mantenga la distancia de seguridad interpersonal de dos metros. Todo público, incluido el que espera para acceder al museo, deberá guardar una distancia de seguridad interpersonal de dos metros. Para poder cumplir con esta distancia se han restringido los espacios del museo, sin que sean visitables la zona del coro y las capillas de los Villasante, de Santa Isabel y de Santa Ana.

El Museo de San Francisco, gestionado por el Ayuntamiento de Medina de Rioseco, se ubica en la antigua iglesia conventual franciscana, de finales del siglo XV, panteón familiar de los Almirantes de Castilla.   Una vez más será una oportunidad para disfrutar de la magnífica arquitectura de la iglesia gótica en la que sobresale de una manera especial la cúpula estrellada del cimborrio, las tribunas en yeso de los hermanos Corral de Villalpando, los retablos en piedra de Miguel de Espinosa  o el retablo mayor de Fray Jacinto de Sierra, sin olvidar los grupos escultórico que, en barro cocido, realizó Juan de Juni en 1537 por encargo del almirante de Castilla Fadrique Enríquez de Velasco.

También habrá que tener en cuenta las estatuas orantes de Ana e Isabel de Cabrera realizadas en bronce dorado por Cristóbal de Andino, la extraordinaria colección de marfiles hispano-filipinos que el obispo riosecano Antonio Payno donara a la parroquia de Santa Cruz (XVII) o las laudas sepulcrales del almirante Luis III Enríquez de Cabrera y de su mujer, Vittoria Colonna.