Aldemayor honró a su patrón acorde a la nueva realidad del momento

  • A pesar de la suspensión de las fiestas patronales, la parroquia organizó actos en honor a San Roque adaptándolos a todas las medidas sanitarias imperantes para prevenir la expansión del COVID 19

Pueblosycomarcas.com@PueblosComarcas

En un año normal, durante el fin de semana que acabamos de dejar atrás Aldeamayor de San Martín hubiera celebrado por todo lo alto una de las partes más importantes de sus fiestas como son los actos en honor a su patrón, San Roque. Sin embargo, la crisis sanitaria del COVID 19 también los ha trastocado teniendo que adecuarse a esta nueva realidad en la que estamos inmersos.

Para empezar, el traslado de la imagen del patrón, que tradicionalmente se celebra en la tarde del 15 de agosto, fue sustituido por un discreto acto en la mañana de este día. Acopladas las andas sobre las que descansa los 365 días del año en una carroza a ruedas, San Roque peregrinó desde su ermita hasta la iglesia sin más compañía que la de una representación de las autoridades locales, alcalde y juez de Paz, cuatro vecinos, encargados de manejar andas y carroza, y el padre Celso Bermejo Prieto como representante del clero y encargado de pronunciar unas palabras en la ermita antes de que la comitiva echara a andar.

De las cientos de personas que año tras año acuden a vivir ese momento, no hubo más rastro que el de algunos vecinos que residen en las calles por las que iba pasando la exigua procesión. De las numerosas jotas que ese día se tocan y bailan en honor del santo sólo quedó como muestra la jota que en su honor compusiera  el dulzainero Luis Ángel Fernández, a partir de la letra del propio Celso Prieto y que sonó por la megafonía de la iglesia  mientras se colocaba a San Roque en una mesa. De la emotiva ofrenda floral que se celebra en el templo aldeamayorense una vez finalizado el traslado, y en la que representantes de asociaciones y particulares depositan sus ramos a los pues del santo, sólo estaban estos últimos esperando a ser colocados en su lugar de destino por el personal presente.

En palabras del alcalde, Fernando de la Cal, un acto “triste” si tenemos en cuenta lo que los aldeamayorenses, vecinos o hijos de la villa, viven año tras año en la tarde de la festividad de la Asunción de Nuestra Señora. En palabras de Abilio Velasco, uno de los cuatro vecinos que habitualmente portan las andas a hombros y el sábado guiaron la carroza, un acto “digno” acorde a los tiempos que corren.

Precisamente Velasco y sus compañeros de andas fueron también los encargados de controlar el acceso a la iglesia en los instantes previos a que comenzaran las dos misas que se organizaron en el día de ayer, una a las 10:00 y otra a las 12:00 horas, para ‘celebrar’ la festividad del considerado abogado contra las epidemias.

Ni en una ni en otra hubo problemas de aforo y todo el que acudió, incluida una amplia representación de la corporación municipal, encontró un hueco donde situarse mientras José María Gil, titular de la parroquia y el único de los presentes dispensado de cubrir sus vías respiratorias con mascarilla, oficiaba. Por si éste no hubiera sido el caso, el Ayuntamiento se encargó de instalar unos altavoces en el exterior para que se pudieran seguir las ceremonias en el exterior.

Como el propio Velasco señalaba a la entrada, “los vecinos de Aldeamayor se encomiendan a su patrón para que el año que viene se puedan volver a desarrollar los actos como toda la vida”. Sin duda será eso será muestra de que se ha recuperado parte de la normalidad perdida.