Aldeamayor celebró el sábado la undécima traída de la Virgen de Compasco

  • La imagen de la patrona del municipio fue trasladada desde su ermita, en los pinares próximos a la urbanización el Soto, hasta la iglesia parroquial de San Martín de Tours para pasar reposar allí hasta la llegada de la primavera

 

 

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Los vecinos de Aldeamayor de San Martín celebraron el pasado sábado la undécima ‘Traída de la Virgen de Compasco’.  Como en casi todas las ediciones anteriores de esta práctica que ya se está convirtiendo en tradición y que se fija en el penúltimo sábado de octubre, la talla de ‘La Pinariega’ fue conducida a pie por cofrades y feligreses desde su residencia habitual, la ermita sita en los pinares próximos a la urbanización El Soto, hasta la iglesia parroquial de San Martín de Tours, en pleno corazón del casco tradicional de la villa. Práctica que sólo ha fallado en 2019, cuando el traslado hubo de hacerse en furgoneta debido a las condiciones climatológicas adversas, y en 2020 y 2021 debido a la irrupción del Covid-19.

El motivo por el que desde hace trece años se realiza este traslado es, sobre todo, la soledad del paraje y lo poco visitados que son en invierno la ermita y su entorno. De ahí que la Cofradía decidiera que la patrona de la villa pueda recibir la veneración de los devotos en la iglesia del municipio durante los meses de otoño e invierno.

Pasadas las seis de la tarde, y una vez que las andas sobre las que descansa la imagen de María fue anclada sobre una carroza a ruedas, arrancaba el traslado por el camino que  une el pinar con la urbanización El Soto. Una vez en ésta, el cortejo, encabezado por seis cofrades portantes de varas y en el que alguno de los participantes iban descalzos en cumplimiento de alguna promesa irrenunciable, recorrió la calle Duero, la arteria principal de este barrio del municipio, hasta enlazar con la Cañada del Conde, hoy transformada en paseo para paseantes y ciclistas.

Fue al culminar esa parte del trayecto cuando los ‘conductores’ de la carroza tuvieron que hacer uso de su pericia pues hubo de atravesar la pasarela peatonal sobre la Autovía de Pinares que une la cañada con el casco tradicional. Como suele ser habitual en este caso, hubo que conjugar fuerza y habilidad para salvar las estrecheces de una estructura no parida precisamente para estos menesteres. Al otro lado les esperaba el guion verde de la cofradía, portado por un cofrade que asumirá el cargo de mayordomo  a partir de mayo, para encabezar la marcha en la última parte del trayecto.

 

Ya en pleno casco tradicional, donde decenas de vecinos se sumaron a la procesión para acompañar a la patrona en la última parte del trayecto, se repartieron unas velas entre la concurrencia cuya llama iba resaltando poco a poco con el tono oscuro que adquiría la tarde.

Desde la Avenida Valladolid la pseudoprocesión partió hacia la calle Larga hasta desembocar en la Plaza Mayor donde la imagen de la patrona fue apeada de la carroza y, tras los últimos cantos en su honor, salves incluidas, trasladada en andas hasta la Iglesia de San Martín de Tours. Allí, minutos después de las ocho de la tarde, comenzaba una misa de acción de gracias oficiada por el párroco local, José María Gil. 

Destacar que durante todo el trayecto –desde el pinar hasta la Plaza Mayor- la procesión estuvo controlada por efectivos de las agrupaciones locales de Protección Civil de Aldeamayor quienes velaron porque todo transcurriera en la más absoluta normalidad.

Con esta undécima traída se pone fin a los actos anuales que tiene a la patrona de la villa como protagonista de la actividad religiosa del municipio y que comenzaron con la ‘romería chica’ del 13 de mayo y continuaron con la ‘romería grande’ del primer domingo de septiembre.

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