VIANA DE CEGA SE VUELCA CON SU PATRÓN EN EL ÚLTIMO DÍA DE LAS FIESTAS

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Viana de Cega puso ayer el punto y final a sus fiestas patronales. Como ya ocurriera el año pasado, el calendario quiso que el último día coincidiera con el día de San Roque, patrón del municipio.

El programa  comenzó a las 12:30 horas con la Misa Solemne en honor a este santo nacido en 1295 en Montpellier, por entonces parte del reino de Mallorca, que estuvo presidida por el Obispo Auxiliar de la Archidiócesis de Valladolid, Luis Javier Argüello, acompañado por el párroco local, Sebastián Aldavero, y por el de Boecillo, David Prieto. Además, y como es costumbre en este día, la Agrupación Musical ‘Albares’ fue la encargada de poner la banda sonora a la ceremonia interpretando la Misa Castellana. En los primeros bancos de la nave central del moderno edificio levantado en honor de la Asunción de Nuestra Señora, se encontraba la corporación municipal.

En la homilía, Argüello hizo un pequeño repaso a los aspectos más notables de la vida del santo: su nacimiento en el seno de una familia noble, su devoción y su peregrinaje a Roma, el cuidado a los enfermos de peste y su contagio y el regreso a su ciudad natal y su muerte en las mazmorras tras falsas acusaciones de espionaje. Esto último le sirvió al Obispo Auxiliar para referirse a uno de los patronazgos que, junto al de los peregrinos y al de los contagiados por epidemias, se le atribuyen al santo como es el de los acusados injustamente. En este sentido señaló que esta faceta es la que está más de actualidad en unos momentos en los que “la presunción de inocencia” se está vulnerando en algunos supuestos delitos de rabiosa actualidad como el de la corrupción y el maltrato en el seno de la familia. No quiso poner punto y final a sus palabras sin felicitar a la comunidad parroquial del pueblo por la puesta en marcha de la Cofradía de San Roque y San Blas puesto que es una forma de “fomentar la fraternidad entre vecinos” y habló también del inicio de las obras de los locales parroquiales “otra vía para fomentar esa fraternidad”

Tras una hora de ceremonia religiosa se abrían las puertas del templo y portado en unas andas por cuatro vecinos salía a los soportales del edificio la imagen del patrón para, antes de iniciar la procesión, ser recibida por el Himno de España tocado con dulzaina y tamboril por los Dulzaineros de Viana, Raúl Llorente, Rafael Cubillo, Pablo Senis y Santiago Pérez.

Justo tras las andas iba, cubierto con mitra y portando báculo, el Obispo Auxiliar que escoltado por sus dos auxiliares y por el alcalde, Alberto Collantes, y el resto de concejales no quiso perderse ni un solo momento de esta procesión, la más importante del año en el municipio pinariego, y aprovecho para saludar a vecinos y visitantes presentes. Entre las anécdotas de la procesión, el afectuoso saludo de Argüello con Ginés Ortiz, excompañero de estudios, o el saludo, bendición  incluida, a un niño de tres único Roque del municipio.

En la calles, formando en dos filas bajo la supervisión de  José ‘Recortes’ y su cinto, ya esperaban decenas de vecinos para bailar la continua sucesión de entradillas y jotas en honor al santo bajo un sol de justicia solo combatido por la carpa de la confluencia de las calles Cardiel y Cañada y por los soportales del Ayuntamiento y solo mitigado por el agua del que cada uno se proveyó como pudo o que ofrecían unas aguadoras botijo en mano.

Durante más de una hora la procesión recorrió las céntricas calles del casco tradicional de Viana hasta retornar nuevamente a la de la iglesia parroquial donde se puso punto y final a la sucesión de bailes con uno en forma de rueda alrededor de la imagen del patrón que, como punto y final al acto, fue depositada bajo el soportal de la iglesia para recibir el afecto de los vianeros.

El programa de actos continuó por la tarde con una lanzadera hinchable en la zona de la chopera y de una parrillada popular en el mismo lugar. Las fiestas bajarán el telón con una sesión de fuegos artificiales en el Parque La Resinera y con una discomovida en la carpa del centro.