Editorial: Vale más escuchar un acorde que escribir mil palabras

No estoy seguro de si el mejor castellano es el que se habla en Valladolid, pero de lo que sí que estoy seguro es que Aldeamayor es el lugar del mundo donde mejor se toca la dulzaina.

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Por mucho que se pueda escribir acerca de la calidad de los sones que retumbaron el sábado en la localidad, y variando el antiguo refrán que relaciona las imágenes con las palabras, vale más haber escuchado un acorde interpretado por cualquiera de los tres grupos que formaban el cartel del certamen, que leer lo que aquí se pueda exponer. Es por ello, que más que un artículo descriptivo de lo visto y escuchado, estas líneas quieren ser un homenaje al trabajo que desde la Asociación de Música Tradicional Tierra de Pinares se lleva haciendo durante décadas por promocionar el instrumento. Nuestro pequeño granito de arena consiste en servir de escaparate de ese trabajo en la medida de nuestras posibilidades. Por eso hemos creído conveniente dedicar el editorial de hoy a la Asociación Tierra de Pinares. Vaya por tanto nuestra felicitación a los dulzaineros de Aldeamayor por convertir a la dulzaina en la mejor embajadora que tiene el municipio.

El Certamen

Abrió la vigésimo séptima edición del Certamen de Dulzaina una representación de los músicos del Grupo de Danzas Emperador Teodosio de Segovia que acudieron a Aldeamayor a presentar el proyecto “De Pueblo en Pueblo” de Mari Carmen Torquemada. “De Pueblo en Pueblo”, es un DVD que ha sido grabado a lo largo y ancho de la geografía segoviana, que recoge un compendio de casi treinta piezas tradicionales bailadas y en el que han colaborado cerca de 80 personas. Comenzaron la actuación con un baile corrido que interpretara Mariano San Romualdo Silverio para continuar con otros temas como la Jota de Eutiquio, La Jota de Rejales, La Jota del Tacón o el pasacalles El Amo de la Cigüeña. Fue sin duda, la de los primeros actuantes la parte más tradicional del acto.

Continuaron, Tierra Antigua, grupo de nuevo cuño, cuyos miembros provienen de localidades segovianas Cuéllar, Encinas de Esgueva y El Páramo de Campaspero. Uno de ellos, Manuel García ejerció de portavoz de esta formación que tiene a las dulzainas y los pitos castellanos de llaves como instrumentos fundamentales de su repertorio. Desde temas del cancionero de Agapito Marazuela a una charrada salmantina pasando por un fandango de Toledo o una jota con aires andaluces compuesta por el abulense Germán Alameda conformaron el repertorio de la segunda formación que también incluyó, al igual que en el caso anterior, alguna pieza cantada.

La guinda al pastel la pusieron los anfitriones, Tierra de Pinares, quienes ofrecieron al público que abarrotaba el teatro de la Casa de Cultura de Aldeamayor un pequeño avance del disco en cuya grabación se hallan inmersos. Uno tras otro interpretaron un muestrario de temas que fueron desde obras más tradicionales como jotas o pasodobles a otras más arriesgados como por ejemplo La Más Jazzera, obra basada en un fandango recogido en el cancionero de Mariano Contreras y adaptada para banda de dulzaina, bajo eléctrico y guitarra por Luis ángel Fernández. Cerraron su actuación con la pieza principal de la Banda Sonora Original de la película El Golpe y con la melodía procesional de la Concha, obra de origen zamorano que como nos explicó Luis Ángel “se toca cada lunes de Pentecostés por la dulzainas que acompañan a Nuestra Señora de San Antolín, popularmente conocida como la Virgen de la Concha, hasta la localidad de La Hiniesta”.