Medina del Campo: un pueblo mágico de Valladolid que debes visitar

  • El valor cultural y paisajístico de lugares como Valladolid son ejemplo de ello y, si tienes algún fin de semana largo para hacer una pequeña escapada hacia esta región, te recomendamos que hagas una parada en el pueblo de Medina del Campo

 

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España es uno de los países más importantes en todo el mundo cuando hacemos referencia a la industria turística. Muchos visitantes llegan a nuestra tierra para descansar en las maravillosas playas durante el verano; no obstante, España es mucho más que la costa. El valor cultural y paisajístico de lugares como Valladolid son ejemplo de ello y, si tienes algún fin de semana largo para hacer una pequeña escapada hacia esta región, te recomendamos que hagas una parada en el pueblo de Medina del Campo. Uno de los municipios más hermosos de Castilla y León que no deja a nadie indiferente.

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El valor histórico precede a Medina del Campo, pueblo que acogió a Isabel la Católica durante su infancia. Si bien es cierto que la reina nació en Madrigal de las Altas Torres, fue este pueblo el que verdaderamente despertó su interés; haciendo del Palacio Real su residencia principal: lugar en el que falleció en el año 1504. Sabiendo esto, es evidente que hablamos de un municipio repleto de maravillas turísticas; lo cual nos anima a realizar un itinerario para saber exactamente qué ver en Medina del Campo y no perdernos nada durante esta visita tan especial.

Tal y como analizaremos en profundidad más adelante, el Castillo de la Mota es la construcción más característica de Medina del Campo. Una fortaleza que se remonta al siglo XV y que hoy en día conserva gran parte de su esplendor. No obstante, hay mucho más por descubrir en este pueblo y conviene apuntar aquellos enclaves que nos harán conectar de lleno con su cultura. Por lo tanto, antes de subirte al coche y recorrer sus maravillosas calles, te animamos a que hagas un repaso de las recomendaciones que llevan a cabo los blogs especializados en Medina de Campo.

Al hacerlo, pronto te darás cuenta de que la Colegiata de San Antolín es igual de imponente que el castillo: un templo que remodelaron los Reyes Católicos y que ha llegado hasta nuestros días para que apreciemos el poderío de estos monarcas. A pocos metros, encontramos el Palacio Real Testamentario, lugar en el que vivieron sus últimos días tanto Fernando I de Aragón, como Isabel la Católica. Diferentes enclaves que, junto a la Plaza Mayor, el Museo de las Ferias, el edificio de Reales Carnicerías o las ruinas del Cuartel Marqués de la Ensenada y del Hospital Simón Ruiz hacen que una escapada a Medina del Campo sea una experiencia turística de rigor.

CASTILLO DE LA MOTA, DESCUBRE ESTA MARAVILLA CULTURAL

Ahora bien, si hay un lugar en el que merece la pena profundizar ese es, como puedes imaginar, el Castillo de la Mota. Juan II, en el siglo XV, mandó construir esta imponente fortaleza sobre los restos de un castillo del siglo XI. Ya con Enrique IV bajo la corona, la construcción concluyó con la torre del homenaje. Un lugar vanguardista que fue copiado por otros castillos en países como Francia o Italia; demostrando así que Medina del Campo era un lugar de referencia en la época.

Cuando vayamos a hacer la visita por este castillo, debemos saber exactamente qué merece la pena conocer. En este orden de ideas, las murallas destacan como un prodigio de la arquitectura, las cuales están rodeadas por un prominente foso. Del mismo modo, las mazmorras y las galerías subterráneas nos hacen entrar de lleno en las batallas de la época: lugar en el que los rehenes pasaban los días. El patio de armas y la torre del homenaje son los dos lugares extras que no nos podemos perder, esta última con la Escalera del Honor, el Salón del Honor y el Peinador de la Reina.

La historia goza de toda su magia en Medina del Campo y merece la pena conocer esta localidad para profundizar en nuestra propia cultura. Una visita idónea para los puentes que, dejando de lado las regiones de playa, hacen del turismo nacional una experiencia de lo más embriagadora.