Más de sesenta vecinos de La Seca y de Rueda se desean buenos deseos de año nuevo caminando y conviviendo en la Ruta del Vino de Rueda

  • Los poco más de 4 kilómetros que unen La Seca y Rueda siguiendo el trazado de la citada ruta que une a ambas localidades, permiten que se pueda celebrar esta actividad convivencial con actividad física moderada y asequible a cualquier persona, sin grandes desniveles y con un horizonte de viñedos

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Pese al rigor del frío invernal de los primeros días de enero, los vecinos de La Seca y Rueda han vuelto a  comenzar el año caminando y han celebrado la “III Marcha de los buenos deseos”, una actividad que combina convivencia vecinal, comarcal y actividad física moderada.

El escenario ha sido nuevamente el recorrido de la ruta ecuestre, senderismo y bicicleta “Ruta del Vino de Rueda” que une a ambos municipios separados en poco más de 4 kilómetros, en una ruta que de forma circular incluye también a Medina del Campo en un recorrido que supera los 40 kilómetros.

Los poco más de 4 kilómetros que unen La Seca y Rueda siguiendo el trazado de la citada ruta que une a ambas localidades, permiten que se pueda celebrar esta actividad convivencial con actividad física moderada y asequible a cualquier persona, sin grandes desniveles y con un horizonte de viñedos.

Lasecanos y rodenses son conscientes de que es importante estrechar la mano con el vecino y darse buenos deseos de año nuevo y así se han parapetado de gorros, bufandas, prendas térmicas, botas, y han salido simultáneamente a las 11.00. En el caso de los vecinos de La Seca acompañados por su Teniente Alcalde David Rivera, han partido a las 11.00 horas dirección a Rueda. A la misma hora, de forma coordinada, el grupo organizado por el ayuntamiento de Rueda ha iniciado la marcha al encuentro de sus vecinos lasecanos.

Los viñedos en el corazón de la D.O.Rueda han sido testigo del encuentro de ambos grupos, que han intercambiado felicitaciones y buenos deseos para este nuevo año. Para entrar en calor, los participantes han tomado una taza de chocolate Juan Ruiz y unos bizcochos para posteriormente regresar a sus lugares de origen con un marco de un sol agradable de enero que ha atenuado la baja sensación térmica tras las nieblas matinales de ambos municipios.

Esta iniciativa ha vuelto a aglutinar a personas de muy diferentes edades y parentescos: Hermanos, unidos en una actividad convivencial y de refuerzo de vecindad.