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LOS VERSOS DE LOS QUINTOS, LA TRADICIÓN MÁS EMBLEMÁTICA DE CASTRONUÑO

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Este año son nueve los quintos y quintas que, el domingo 26 de febrero, como cada domingo de carnaval, subirán a su caballo engalanados con mantones de colores y, con el sombrero en la mano, se presentarán en sociedad relatando en verso sus hazañas, andanzas y deseos

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Son numerosos los ritos de iniciación a la edad adulta que podemos encontrar a lo largo y ancho del planeta. Los Quintos de Castronuño son un ejemplo más.

El origen de esta celebración se pierde en el recuerdo. Lo cierto es que su comienzo está vinculado con el momento en el que los jóvenes eran llamados a filas para cumplir el servicio militar. A mediados de los años 80, las mujeres empezaron a incorporarse a este ritual. Posteriormente, el servicio militar fue suprimido pero afortunadamente, la fiesta de los quintos siguió celebrándose hasta nuestros días.

Los Quintos se celebran en multitud de lugares de nuestro país, pero es en Castronuño donde se festeja de manera singular.

Este año son nueve los quintos y quintas que, el domingo 26 de febrero, como cada domingo de carnaval, a las cuatro de la tarde, subirán a su caballo engalanados con mantones de colores y, con el sombrero en la mano, se presentarán en sociedad relatando en verso sus hazañas, andanzas y deseos. Este será un momento que los quintos y quintas guardarán vivo en su memoria durante el resto de sus vidas, ante la atenta y emocionada mirada del numeroso público concurrente, buena parte del mismo llegado de lugares variopintos para contemplar esta liturgia poética llena de color, humor, sentimiento y música.

Una vez recitados los versos, los quintos y quintas galopan para atrapar las cintas multicolores que, colgadas de un avión, prueban la destreza de los jinetes. Estas cintas servirán para agasajar a sus seres queridos, quienes las lucirán honrados cual galardón de gran valía.

Para disfrutar de la tradición más emblemática de Castronuño, sólo hay que acercarse al paraje de Carretejar, coger buen sitio desde el que escuchar los versos y dejarse llevar por la emoción comunitaria que se respira en el ambiente. Juan, Marina, Cristián C., Carolina, Alberto, Yanire, Cristián A., Andrea y Diego, todos ellos nacidos en 1999, serán los encargados de dar continuidad a esta antiquísima celebración, única en la provincia de Valladolid.

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