Los pinares de Compasco volvieron a llenarse de público alrededor de la Señora de Aldeamayor

La romería del primer domingo de septiembre en honor a la Virgen Nuestra Señora de Compasco volvió a ser el epicentro de la actividad social de la localidad vallisoletana de Aldeamayor en una jornada en lo que lo religioso y lo lúdico se entremezclan.

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Nuevamente los pinares de Aldeamayor se convirtieron en un hervidero de gente que acudió en masa a celebrar la tradicional romería en honor de la patrona de la villa, la Virgen María bajo la advocación de Compasco. Precisamente a los orígenes de este término haría alusión el Padre Celso Prieto Bermejo, oficiante de la Misa Mayor que en honor de la virgen se celebró en el escenario a campo abierto frente a la ermita, cuando señaló en su homilía lo sorprendente del origen de tan extraña palabra para muchos. “Sorprende a la gente cuando hablamos de nuestra Virgen de Compasco -indicó Prieto Bermejo-. Produce enseguida una pregunta ¿Cómo? Compasco, claro. El origen de este nombre lo podemos hallar en las "compascua" romanas. La lex agricola ya trataba del modo de aprovechar los pastos comunales pertenecientes a varios territorios. Este es espacio de frontera entre los términos de pueblos circunvecinos. Compasco, pues, nos evoca encuentro, diálogo, solución de problemas, aprovechamiento común y como no, un espacio religioso a partir del siglo once, en los vaivenes de la repoblación de la extremadura castellana, al sur de Duero”. Además de estas pinceladas sobre el origen de esta advocación mariana, el oficiante también resaltó lo apropiado del evangelio del día para esta celebración. “El evangelio de este domingo hace un elogio de la humildad –señaló-. ‘Hazte pequeño en las grandezas humanas, y alcanzarás el favor de Dios’. Celebramos hoy la Romería de la Virgen de Compasco, patrona de Aldeamayor. Un lugar sencillo, una ermita modesta, un origen devocional de gente pastoril reservada y afable. Todo nos invita en este entorno a vivir con humildad”. Por último no quiso dejar la ocasión para invitar a reflexionar a los presentes en la necesidad de mantener el aspecto religioso como pilar fundamental de esta jornada de convivencia. “La Romería hoy no debe perder de vista esta intencionalidad religiosa que ha mantenido viva la Cofradía de Compasco que desde 1654 cuida con cariño todos los aspectos religiosos, ambientales, decorativos y tradicionales. Este espacio debe mantener este clima de trascendencia, mística y soledad para elevar al hombre al sentido de propio ser. Pero también debemos cuidar este tiempo festivo de encuentro familiar y lúdico. Que ella, la Pinariega, nos siga protegiendo un año más con su manto materna”.

Una vez finalizada la misa, y antes de dar paso a la procesión alrededor de la pequeña, pero coqueta ermita, sonaron las estrofas de la Salve castellana y del Himno de la Virgen de Compasco que se enlazaron sin pausa alguna con el sonido de dulzainas, redoblante y bombo interpretando las jotas que frente a La Virgen bailarían los llegados no sólo de Aldeamayor sino de otros municipios aledaños como Tudela o La Parrilla donde tradicionalmente el culto a Compasco ha estado muy extendido.

Finalizada la procesión, y una vez que cientos de fieles pasaran por la ermita para besar el manto de la imagen o fotografiarse con ella, tuvieron lugar el acto de admisión de nuevos cofrades y la subasta a favor de la cofradía. Con esto, y hasta que por la tarde se produjera, ya en un ámbito más familiar, el acto de cambio de varas y nombramiento de nuevo mayordomo de la Cofradía de Compasco finalizaba la parte religiosa y formal de la jornada y se daba paso a la más lúdica y por supuesto….gastronómica.

Otras facetas y actos del día

Desde primeras horas de la mañana y a medida que misa, procesión y subasta se iban celebrando, los pinares de la zona y sobre todo el área habilitada con merenderos y elementos recreativos se iba llenando de más y más público dispuesto a pasar un agradable día campero, honrar a la Virgen y asistir a los oficios religiosos o simplemente si el sentimiento religioso no existe, pasar un agradable día de convivencia en un entorno inmejorable, paladear unas buenas viandas en compañía de familiares o amigos y disfrutar de una animada sobremesa de conversación, juego o paseo.

Ya por la tarde, mientras muchos permanecían aún en Compasco apurando los últimos coletazos del día, en el domicilio de Pilar Sanz, en la céntrica Plaza de Las Flores de Aldeamayor, en un acto más íntimo que los de por la mañana y rodeado de familiares y cofrades, Gerardo Pérez Prieto tomaba el relevo a Ángel Sanz como mayordomo de la centenaria cofradía aldeamayorense. Cargo que ostentará a lo largo de los próximos 365 días. Posteriormente, rodeado de los cargos directivos de la cofradía, así como de los cofrades más veteranos, planificaba lo que será el funcionamiento del colectivo a futuro.