La “tolerante” visión que de los españoles tenía Sabino Arana, padre del nacionalismo vasco
Fue a lo largo del S. XIX, con la Restauración, cuando los nacionalismos empiezan a forjarse en nuestra nación. El catalán, el vasco, el gallego, con mucho menos peso o con menos aún, el valenciano a el andaluz. Y que desgraciadamente aquí siguen conviviendo con nosotros.
Carlos Cerro Santos
Según aquel artífice del nacionalismo vasco, Sabino Arana, máximo líder y con procedencias de una familia carlista, donde militó durante su juventud, decía que los vascos eran una raza, ¡pero ojo!, no una raza cualquiera. Estas fueron algunas de sus palabras, las cuales empleaba en libros o hablando mismamente:
“El vizcaíno es inteligente y hábil para toda clase de trabajos; el español es corto de inteligencia y carece de maña para los trabajos más sencillos, preguntádselo a cualquier contratista de obras. El vizcaíno es laborioso (ved labradas sus montañas hasta la cumbre) en cambio, el español es vago y perezoso (contemplad sus llanuras inmensas, desprovistas en absoluto de vegetación). El vizcaíno es digno, a veces con exceso, y si cae en la indigencia, capaz de dejarse morir de hambre antes que pedir limosna; el español es bajo hasta el colmo, y aunque se encuentre sano, prefiere vivir a cuenta del prójimo antes que trabajar. Oídle hablar a un vizcaíno y escuchareis la más eufórica, moral y culta de las lenguas; oídle hablar a un español, si le oís rebuznar podéis estar satisfechos….”
¿Cómo se quedan al leer estas palabras?¿Qué dicen a ellas? No piensen que me las invento yo, ¡Dios me libre! Están sacadas de un texto plasmado en un libro educativo de Historia de España. Pues bien, este individuo fundó y presidió “Euskaldun Batzokiza , el núcleo fundacional del Partido Nacionalista Vasco. Ese partido que en las elecciones municipales de 2011, obtuvo en esa comunidad autónoma más de 325.000 votos y en las elecciones autonómicas de 2012 obtuvo casi 385.000 votos. Esos que quieren la independencia y que no se cansan de pedir más y más al Estado Central, sólo piden derechos, pero las obligaciones parece ser que no van con ellos, pero igual los da un tema que otro, todo que sueña a español ya les rechina los dientes, lo mismo les da la corona, el gobierno central o la cultura. Y según las urnas ya ven, este nacionalismo creciendo como la espuma, y es que es una realidad que no se puede cambiar, algo está empezando a cambiar en nuestro país. Y muchas veces o casi la gran mayoría, ¡ES MEJOR PREVENIR QUE LAMENTAR!