LA RUTA DEL VINO CIGALES ANALIZA LOS MODELOS DE GESTIÓN DE SUS BODEGAS TRADICIONALES EN LA RIBERA DEL DUERO
Ponentes I Ciclo de Conferencias de Moradillo de Roa
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El pasado viernes, la Ruta del Vino Cigales ha participado en el I Ciclo de Conferencias sobre barrios de bodegas tradicionales en la localidad burgalesa de Moradillo de Roa, en línea a las acciones conjuntas que realizan las Rutas del Vino Cigales y de la Ribera del Duero del que el Ayuntamiento de Moradillo de Roa forma parte.
La Ruta del Vino Cigales, que acudió con los responsables de las Oficinas de Turismo de Cigales, Mucientes y la Asociación de Bodegas y Cuevas de Dueñas, mostró los diferentes modelos de gestión existentes vinculados al enoturismo por parte de sus socios, como son los usos de hostelería y artesanía, las bodegas de elaboración que siguen usando las bodegas bien como depósitos de vino o como salas de barricas o los usos turísticos. En Cigales, la bodega tradicional que se enseña desde la Oficina de Turismo de Cigales se realizó con un convenio de colaboración firmado entre un bodeguero y el propio Ayuntamiento para poder mostrar la Bodega Mª Luisa Centeno, que dejó de tener uso en 2007.
En Mucientes, en 2004 se realizó un ambicioso proyecto de arreglo del barrio de bodegas de San Pedro así como la adquisición y apertura de la Bodega-Aula de Interpretación, adscrita a la Asociación Museos del Vino de España. Dicha bodega se enseña igualmente desde la Oficina de Turismo mucenteña.
Por otro lado, la Asociación de Bodegas y Cuevas de Dueñas está trabajando en el inventario, catalogación y promoción de las casi trescientas bodegas y cuevas existentes en la localidad palentina con el objetivo de poner en valor dicho patrimonio.
Las localidades de la Ruta del Vino Cigales disponen de más de 1.200 bodegas subterráneas divididas en diecinueve barrios de los nueve municipios siendo uno de los objetivos prioritarios el investigar, estudiar, promocionar y difundir la importancia que han tenido los barrios de bodegas como recurso complementario en cada uno de los municipios, vinculado directamente a la historia vitivinícola de las localidades con la aportación de los viticultores y bodegueros.
La personalidad de cada barrio de bodegas es importante para poder personalizar el discurso histórico y enoturístico de cada localidad, destacando la edad, la motivación histórica, la singularidad, los personajes, el patrimonio etnográfico, etc. Haciendo un recurso turístico destacado en cada municipio.