La Junta concede el sello ambiental ‘Centro Educativo Sostenible’ a los colegios de Mojados y Pedrajas de San Esteban

  • Los consejeros de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio y de Educación han entregado esta mañana en el PRAE los reconocimientos correspondientes a los cursos 2020-2021 y 2021-2022

 

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Cada 5 de junio, Naciones Unidas celebra desde hace cincuenta años el Día Mundial del Medio Ambiente, cuando se recuerda la necesidad de salvaguardar el planeta y de actuar en clave de sostenibilidad para conseguir el bienestar global de la humanidad y la armonía con la naturaleza.

La educación ambiental, encuadrada en la educación en valores, está reconocida internacionalmente por su contribución a favorecer modelos de conductas más sostenibles, mediante metodologías activas y experiencias directas e innovadoras. En este contexto, el sistema educativo debe impulsar la sensibilización y formación del alumnado para que adquiera las habilidades, actitudes y capacidades para afrontar los problemas de sostenibilidad actuales y los que van a surgir en el futuro.

Castilla y León cuenta con numerosos centros educativos que llevan a cabo programas estables de educación ambiental, en sintonía con uno de los objetivos de la II Estrategia de Educación Ambiental de la Comunidad. Desde 2018, la Junta recompensa su esfuerzo con el sello ‘Centro Educativo Sostenible’.

Esta mañana, los consejeros de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y de Educación, Rocío Lucas, han entregado a 28 colegios e institutos de la Comunidad dicho reconocimiento correspondiente a los cursos 2020-2021 y 2021-2022. Con las distinciones entregadas hoy, Castilla y León cuenta ya con 72 centros docentes en los que la educación ambiental supone un aspecto fundamental. Dos de ellos han sido los CEIP Tierra de Pinares, de Mojados, y el CEIP Virgen de Sacedón de Pedrajas de San Esteban. Dentro de la provincia de Valladolid también lo han logrado los colegios de Laguna de Duero, Nuestra Señora del Villar; y el Cabezón de Pisuerga, Melquiades Hidalgo.

El listado completo de los nuevos centros en toda Castilla y León se puede consultar pinchando aquí.

En este sentido, Suárez-Quiñones ha reiterado el compromiso de su consejería para proporcionar seguimiento y apoyo a los 72 centros ya acreditados, conformar una red de centros escolares acreditados con el sello ambiental, y alcanzar los 150 centros reconocidos al final de la legislatura.

Por su parte, la titular de Educación ha destacado la valiosa red de espacios naturales de la Comunidad. “Una herencia que hemos recibido de nuestros padres, nuestros abuelos y que, a su vez, es nuestra obligación legar a nuestros hijos. Para lograrlo, es fundamental la educación desde las etapas más tempranas. Así, desde una visión global, la Consejería de Educación ha integrado diversas actuaciones en esta materia en el Programa Hábitos Saludables para potenciar una escuela saludable en todas las dimensiones que representa este concepto”. Lucas también ha subrayado el fructífero marco de colaboración con la Consejería de Medio Ambiente, que está permitiendo abordar el programa para adaptación climática a través de la renaturalización de los patios de centros educativos.

De los 28 nuevos centros que han logrado la distinción, 12 lo han conseguido durante el curso 2020-21 y los 16 restantes han presentado su proyecto este curso 2021-2022. La distribución por provincias de los centros se puede ver en el Anexo.

SELLO AMBIENTAL ‘CENTRO EDUCATIVO SOSTENIBLE’

El sello ambiental responde a la II Estrategia de Educación Ambiental de Castilla y León 2016-2020. Las consejerías competentes en educación y medio ambiente han impulsado mediante este sello ambiental la incorporación de la educación ambiental en el programa curricular de los centros de educación de la Comunidad tanto públicos como privados. La intención de esta distinción es otorgar un reconocimiento público a los centros docentes no universitarios que desarrollan iniciativas de ambientalización integral del centro, basadas en la educación y la gestión ambiental.

Este reconocimiento impulsa la participación del alumnado, la utilización de metodologías activas, la adecuación a los distintos niveles educativos y la implicación de toda la comunidad educativa.

Un aspecto importante del sello ambiental es su dimensión colectiva: los centros aceptan la publicación en la página web de la Junta de Castilla y León de las memorias de actividad para que sirvan de inspiración a otros centros. Además, los centros acreditados deben compartir su experiencia con otros centros docentes interesados en conseguir el sello ambiental, e informar a los miembros de su comunidad educativa del reconocimiento alcanzado y de las buenas prácticas desplegadas para conseguirlo, animando a asumirlas en sus ámbitos de responsabilidad.

La comisión evaluadora, adscrita a la consejería competente en materia de educación ambiental, es la encargada de valorar las solicitudes recibidas. Esta comisión evaluadora está formada por personal de las dos consejerías implicadas y recibe informes de las Direcciones Provinciales de Educación y de los Servicios Territoriales de Medio Ambiente.

REQUISITOS PARA LA OBTENCIÓN DEL SELLO AMBIENTAL

El distintivo, regulado en la Orden EYH/1101/2018, de 28 de septiembre, está pensado para los centros docentes no universitarios de Castilla y León, públicos y privados, que cumplan una serie de requisitos, entre ellos, desarrollar un programa de educación ambiental, disponer de un programa de gestión ambiental y asumir los compromisos de difusión de las memorias sobre sus actividades, en los términos recogidos por la norma.

El programa de educación ambiental deberá estar aprobado por el claustro de profesores y por el Consejo Escolar o estar incluido en la programación general o en el proyecto educativo del centro y haberse ejecutado durante, al menos, los últimos dos años previos a la solicitud del sello. Además, debe integrar las actividades de experiencia y contacto directo con el entorno, con el conocimiento y la realización de acciones para su conservación y mejora. De esta manera, se fomentan tanto los aspectos afectivos, como los cognitivos, y se capacita al alumnado para afrontar los retos de sostenibilidad del futuro.

Sobre la gestión ambiental, el programa deberá tener en cuenta los principales impactos en el centro de aspectos como el agua, la energía, los residuos y las emisiones a la atmósfera; deberá contar con indicadores de seguimiento y un plan de mejora para paliar las consecuencias más importantes o de más fácil solución e implantar medidas que incrementen la sostenibilidad y la calidad de vida de la comunidad educativa.