La Guardia Civil intercepta a dos personas realizando la caza furtiva en un coto de Olivares de Duero
- Circulaban por la noche con las ventanillas bajadas y la persona que se iba en la parte trasera portaba un rifle de caza mayor fuera de su funda provisto de mira telescópica y munición a su lado
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La Guardia Civil de Valladolid ha interceptado a I.F.F., y E.M.B., vecinos de Valladolid y La Cistérniga respectivamente, realizando la caza furtiva en un coto de Olivares de Duero según han informado a esta redacción fuentes del Instituto Armado.
La Guardia Civil de Valladolid tuvo conocimiento por parte de vecinos de distintas localidades de la demarcación de Quintanilla de Onésimo, que se pudieran estar realizando actividades furtivas desde vehículos a motor y en horas nocturnas, con el fin de abatir piezas de caza mayor.
El Equipo del Seprona de la Guardia Civil, inicio actuaciones para el esclarecimiento de los hechos, efectuándose dispositivos para la localización de los furtivos y sancionar dichas conductas, efectuando servicios preventivos contra la caza furtiva por parte del Seprona en distintos horarios y frecuencia.
Como resultado de los servicios realizados, el día 04 de febrero se sorprende a dos personas, efectuando prácticas cinegéticas prohibidas, con un vehículo todoterreno, en un coto de caza de número de Olivares de Duero (Valladolid).
Una vez detenido el vehículo, se comprueba que en el interior viajan el conductor y una persona más en los asientos traseros., así como un cargador con dos cartuchos metálicos. El conductor llevaba a su lado un visor térmico, el cual se constata que está encendido y funciona correctamente.
Reconocido el interior del vehículo, no se halla ninguna pieza de caza. En el mismo transportan, a parte del arma y del visor térmico, diferentes elementos relacionados con la caza, como linternas, diferentes cuchillos, un hacha de pequeñas dimensiones y varias bolsas de plástico, de diferentes tamaños.
Tanto el arma de fuego, como el visor que transportan, son propiedad del conductor del vehículo, pero durante los hechos, la persona que tiene acceso al arma y a la munición, es la que viaja en la parte trasera.
Estas personas efectúan el siguiente modus operandi: se amparan en una autorización de control poblacional de jabalí, concedida por el Servicio de Medio Ambiente, para poder circular dentro del coto de caza con aparente legalidad y circulan por caminos o a veces fuera de ellos. La función del conductor es localizar las piezas de caza, con ayuda de las luces del vehículo y del visor térmico, y el acompañante que viaja en los asientos traseros, con las dos ventanillas abiertas, puede hacer uso del arma en cualquier dirección, para intentar abatir la pieza una vez avistada.
Se formulan denuncias por varias infracciones graves la Ley 4/2021, de 1 de julio, de Caza y de Gestión Sostenible de los Recursos Cinegéticos de Castilla y León, siendo decomisados el rifle de caza mayor y el visor térmico, por ser este un dispositivo auxiliar prohibido para el ejercicio de la caza.