La CVE pide al Gobierno que garantice que las empresas puedan acceder a los medios que les permitan asegurar la seguridad de los trabajadores

  • Para los empresarios vallisoletanos, es necesario que el Ministerio de Sanidad realice pruebas de inmunidad a todos los empleados que trabajen en sectores expuestos al público, como en las Estaciones de Servicio o en los comercios de alimentación

Ángela de Miguel, presidenta de la CVE.

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El 95% de las empresas, tal y como ya ha adelantado CEOE este fin de semana, no dispone de Equipos de Protección Individual necesarios para dar cumplimiento con las normas dictadas por el Ministerio de Sanidad, en el día en el que vuelven a funcionar actividades no esenciales, por lo que las empresas afrontamos la “deshibernación económica” con inquietud, nerviosismo y preocupación.

Las empresas se están planificando para que los trabajadores puedan mantener la distancia interpersonal de aproximadamente 2 metros, tanto en la entrada y salida al centro de trabajo como durante la permanencia en el mismo, evitando también aglomeraciones en zonas comunes, escalonando horarios y facilitando el teletrabajo, pero CVE advierte al Gobierno que no puede exigir el uso generalizado de EPIs en las empresas si antes no garantiza que las empresas pueden acceder a estos Equipos de Protección Individual y no establece un cauce para que puedan hacerlo de forma ordenada y a la mayor brevedad posible.

Desde CVE se echa en falta directrices formales y estructurales sobre cómo las empresas deben volver a la actividad empresarial. No hay información sectorial, ya que no es lo mismo que reabra una industria pesada que una pyme que se dedique a la relación directa con el cliente final, todo se remite a la guía publicada por el Ministerio de Sanidad y ni siquiera se puede tener claro si puede usarse como marco normativo de actuación puesto que en es solo una guía práctica, a no ser que aclaren algo al respecto.

La Confederación Vallisoletana de Empresarios considera clave que comiencen a realizar pruebas de inmunidad en aquellos sectores de actividad en los que como pueden ser las Estaciones de Servicio, o el comercio de alimentación, los empleados están muy expuestos al público en general.

Las personas inmunizadas, están protegidas de la infección, son seguras porque no transmiten el virus y porque ellas en sí no se pueden contagiar. Conociendo quién ha pasado la enfermedad, aunque sea de manera asintomática, sería una opción para saber quienes pueden desarrollar su actividad laboral en condiciones de cierta normalidad y sin ponerse en riesgo a ellos mismos, ni a sus compañeros y clientes.

Teniendo en cuenta que se estima que hay un porcentaje elevado de la población que ha tenido la enfermedad, muchos sin síntomas y otros muchos con síntomas leves que no ha derivado en la realización de la prueba, estamos hablando de aligerar las medidas de confinamiento para una parte importante de la población. Esto permitiría entregar una especie de “documento de inmunidad” y con ello anticipar la apertura de muchos negocios.

Esta medida que permitiría anticipar la apertura con normalidad de gran parte de la actividad empresarial, ayudaría a frenar la crisis económica en la que nos encontramos fruto del parón económico, con una caída del PIB estimada en un 5% para el conjunto del año (con diferente afectación por sectores), dentro del escenario de recuperación más intensa, en el que se estima el final del confinamiento para los primeros días de mayo, una alta efectividad en las medidas adoptadas y una recuperación rápida en la mayor parte de los sectores.

En este escenario, tal y como ha anunciado CEOE, se perderán 445.300 ocupados en términos de EPA, un 2,3% menos en media anual, y la tasa de paro crecerá del 14,1% al 16,5%, con un incremento del paro en 560.400 personas, hasta situarse en 3,8 millones.