La biblioteca de Peñafiel acoge la exposición fotográfica La Humanidad en la Guerra

  • Las imágenes ilustran la historia de los conflictos armados desde la segunda mitad del siglo XIX hasta principios del XXI

  

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Hasta el próximo 3 de noviembre, la Biblioteca Municipal de Peñafiel (c/ Conde Lucanor, 4) acoge la exposición La Humanidad en la Guerra. Fotografías del frente desde 1860, imágenes que forman parte de los archivos fotográficos del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), y que se puede visitar de lunes a viernes de 10 a 14 y de 17 a 19h.

Las imágenes ilustran la historia de los conflictos armados desde la Guerra de Secesión americana hasta los conflictos de principios del siglo XXI. Cada fotografía revela la brutalidad de la guerra y de los sufrimientos infligidos a combatientes y a civiles, pero también son testimonio de los esfuerzos que se han hecho por aliviar esos sufrimientos y la ayuda incansable prestada por CICR. La exposición cobra especial relevancia en nuestros días, ya que las guerras continúan provocando éxodos masivos de personas en busca de refugio y asilo.

La muestra se compone de 40 fotografías contenidas en el libro La Humanidad en la Guerra. Fotografías del frente desde 1860 cuya selección e introducción está realizada por el fotógrafo James Nachtwey, premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2016. Durante cuatro décadas de trabajo en zonas de guerra, campos de refugiados, ciudades arrasadas por terremotos, inundaciones o afectadas por ataques terroristas en cualquier lugar del planeta han convertido a James Nachtwey en uno de los más reputados y respetados fotoperiodistas y reporteros de guerra en activo del panorama periodístico mundial.

El fotógrafo neoyorkino señala, en su introducción, que “se dice que una imagen vale más que mil palabras. en el caso de un fotógrafo, a esta frase hecha se le puede dar la vuelta: una palabra, a veces, vale más que mil imágenes. “Genocidio”, “hambruna”, “epidemia” -son términos como estos los que dan origen a CICR y de decenas de otras organizaciones humanitarias, que han hecho sentir a los fotógrafos la necesidad de correr riesgos y afrontar penalidades. Aun en el caso de que no la hayamos considerado bajo ese punto de vista, la fotografía documental y la acción humanitaria existen en simbiosis, siendo una de las principales funciones de la primera completar y apoyar la segunda. Los fotógrafos son muchas cosas a la vez -historiadores, dramaturgos, artistas- y ayudantes humanitarios. Una de sus funciones consiste en poner de manifiesto aquello que es injusto e inaceptable, pues sus fotos constituyen un elemento de cambio. En este sentido, la fotografía es un complemento importante de la actividad de las organizaciones humanitarias”.