JUAN GARCÍA TEJEDOR, CRÍTICO TAURINO: “LA PROFESIÓN PERIODÍSTICA TIENE QUE MOJARSE Y DECIR LO BUENO Y MALO DE LA FIESTA”

“Por mucho que el Ayuntamiento de Valladolid quiera vender otra cosa, los hoteles de la capital han estado llenos en fiestas gracias a la feria taurina”
“Dadas las diferentes sensibilidades que hay actualmente, es necesario dar una vuelta a determinados festejos sin que por ello se tengan que prohibir”

Juan Gardía Tejedor.

Juan J. Villalba Pinilla (@Juanillo_v_p)

Con la temporada taurina dando sus últimos coletazos, hemos mantenido una amena charla con nuestro colaborador Juan García Tejedor, crítico taurino vinculado a medios de comunicación como la Cadena COPE, en la que hemos hecho un balance de la Feria Taurina de la Virgen de San Lorenzo de Valladolid, posiblemente la más mediática de la Historia, así como de algún festejo de los llamados “populares” como ha sido el ‘Toro de la Peña’ de Tordesillas.

 

P.: ¿Qué balance haces de la Feria de la Virgen de San Lorenzo 2016 desde los puntos de vista económico, artístico y social?

R.: Desde un punto de vista económico, la repercusión que para Valladolid ha tenido la feria se calcula en 9 millones de euros. Los hoteles de Valladolid han estado llenos y por mucho que desde el Ayuntamiento se quiera vender otra cosa, la gente de otros lugares ha venido mayoritariamente por la feria taurina. En este punto ha sido fundamental que la empresa que gestiona el Coso del Paseo Zorrilla haya conseguido aglutinar en cinco tardes a todas las figuras en una feria, como la de la Virgen de San Lorenzo, que no tiene un reclamo específico como por ejemplo tiene Pamplona con sus encierros en San Fermín.

Desde el punto de vista artístico el balance general es bueno. Ha habido dos garbanzos negros como fueron las tardes de ‘El Pilar’ y ‘Zalduendo’ y ha habido dos faenas extraordinarias, que se han votado en los jurados a los que pertenezco, como fueron las de Talavante en la corrida homenaje a Víctor Barrio y sobre todo la de José Garrido, al tercer toro de la tarde, en la quinta de abono en una tarde extraordinaria con los ejemplares de Hermanos García Jiménez.

En cuanto a la parte social, creo que ha sido bueno que hasta nuestra ciudad se hayan desplazado muchos protagonistas de la crónica social. Eso potencia la fiesta de la Tauromaquia.

P.: Frente a la parte positiva de la Feria me gustaría hablar de aspectos que no lo son tanto. El primero es el episodio de Morante clavando dos estoques a un toro de Zalduendo. Al margen de la posible multa económica de 150 euros, ¿crees que detalles éste ayudan a la fiesta en tiempos tan sensibles como el que vivimos?

R.: Morante es un torero especial en todo: en tauromaquia y en forma de hacer. Hasta cierto punto creo que le da lo mismo que le multen o no por ese hecho pues se está hablando de  unos 150 euros. La presidencia reflejó lo de los dos estoques en el acta de la corrida conforme a lo que indica el reglamento. Yo estoy en contra de la multa pero lo que está claro es que detalles como éste hay que cuidarlos mucho porque con la tecnología de la que se dispone imágenes como la de los dos estoques están en las redes y en los medios a los segundos de producirse.

P.: El segundo versa sobre las críticas que ha realizado Paco Cañamero en www.glorietadigital.es al homenaje de Víctor Barrio señalando, entre otros aspectos, que se sumaron figuras que en vida dieron la espalda al homenajeado –excepto Padilla-, que no se contó con los matadores que acompañaban a Barrio aquella tarde en Teruel  -Curro Díaz y Morenito de Aranda- e insinuando que la empresa se ha movido principalmente por intereses mercantiles.

R.: Totalmente de acuerdo, pero no debemos olvida varias cosas: en primer lugar, la finalidad de las empresas es la de ganar dinero y yo eso no lo puedo criticar; en segundo lugar creo que hubo problemas para organizar esa corrida por la polémica entre Enrique Ponce y José Tomás y como tercer punto hay que entender que las figuras no quieren acartelado a ningún torero por debajo de él porque sabe que va a ir a por todas y posiblemente “le moje la oreja”. Las figuras siempre han coartado a las jóvenes promesas de estar ahí y el círculo es cerrado aunque bien es verdad que nadie te regala nada. Yo estoy a favor de las figuras del toreo de cincuenta tardes recorriéndose la geografía española y francesa y no entiendo que José Tomás, con circo tardes al año, quieras mangonear un cartel; eso a mí me duele y me molesta, y estos entresijos de la fiesta también los debe conocer el público.

P.: ¿Crees que la de Valladolid es una feria más de papel cuché que de entendidos y que en muchos casos se regalan los trofeos?

R.: Valladolid lleva unas décadas siendo una feria de papel cuché en la que quizás se regalan trofeos. Yo me considero purista y de todas las vueltas al ruedo que se han dado a los toros en esta feria yo sólo habría dado una y de todas las orejas que se han dado creo que sólo habría dado un 60%. Pero también te digo que cuando te subes a un palco como presidente del festejo tienes muy difícil no dar lo que te pide el público. La primera oreja la da el público y la segunda es potestativa de presidente, pero hay que ponerse en el pellejo de los funcionarios de policía y ver que ellos están, en primer lugar, para guardar el orden público y no para que se insulte al propio presidente, al asesor taurino y al veterinario porque no se dé un trofeo. Además, el público es el que paga este negocio, es soberano y nos debemos a él.

P.: Dejando de lado la Feria de Valladolid me gustaría pasar a hablar de festejos populares y concretamente del ‘Toro de la Peña’ de Tordesillas. ¿Crees que visto cómo se desarrolló ya desde la noche anterior, con la suspensión del festejo, a lo ya conocido del martes, habría sido mejor no programar nada en sustitución del ‘Toro de la Vega’?

R.: Yo presencié tanto el desencierro de la noche del lunes como la suelta del ‘Toro de la Peña’ del martes. En cuanto a lo del lunes, es verdad que es muy complicado meter a un toro por la noche, con focos y luces sabiendo que el animal enseguida se va a espantar. Creo que el alcalde hizo lo que pidió el pueblo cuando suspendió el festejo. También es verdad que el ambiente era raro.

Sobre lo del martes, creo que no se debió celebrar nunca el ‘Toro de la Peña’. El ‘Toro de la Vega’  es un festejo como tal y tiene su reglamento y su idiosincrasia y hay que respetarlo. Ya estuvo suspendido en épocas franquistas. A las cosas hay que darlas tiempo, sitio y meditarlas y eso no significa que se tenga que suspender o que haya que prohibir que se mate al toro, pero quizás, dadas las sensibilidades que hay actualmente, hay que darlo una vuelta.

P.: ¿Y qué opinas acerca de que aun no habiendo muerte del toro, los antitaurinos hayan vuelto a hacer acto de presencia?

R.: Van a estar ahí siempre. Este año que con el giro del festejo se suponía que no iban a estar, ahí han estado protestando y gastando el dinero de todos los contribuyentes a través del tremendo despliegue de Guardia Civil que había. Pero el planteamiento que resume todo es el  esgrimido por un activista animalista que criticó que a la viuda de Víctor Barrio, el día que un toro mató a su marido, le dio el pésame todo el mundo y a ella nadie se le había dado por la muerte de su perro.

P.: Por último me gustaría saber si crees que visto cómo evoluciona la sociedad se podría dar un cisma en el mundo taurino entre quienes defienden el festejo formal pero no determinados festejos populares en los que se mata al animal?

R.: Yo no quiero que se prohíba ningún  festejo popular; más lejos de mi imaginación. Pero sí que es verdad que festejos como los que se dan en Tordesillas, Benavente o Coria no le han hecho ningún bien a la parte seria de la tauromaquia porque no te la juegas de la misma manera que como lo hace un torero; no estás tú solo delante de un toro. Creo que somos muchos los estamentos de la fiesta, incluidos los periodistas, los que nos tenemos que mojar diciendo lo bueno y lo malo que ocurre en la fiesta. En el caso de los festejos populares hay que llegar a un ten con ten.