José Manuel Carrasco y Marina Salas defienden el valor del cortometraje: «No es el hermano pequeño»

  •  La SECIME entrega sus Roeles del Siglo XXI al director y los protagonistas de Miocardio, proyectada en la gala de esta tarde en el Auditorio Municipal

 

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El Director y la Actriz del Siglo XXI, José Manuel Carrasco y Marina Salas, han defendido el corto por su valor en sí mismo, sin hacer distinciones respecto al largometraje. «El cortometraje no es el hermano pequeño», ha sentenciado el autor de Miocardio, que con dos largos en su haber considera que ha firmado «diez películas». La protagonista de ese filme programado esta tarde en la SECIME también ha rechazado cualquier distinción: «si el guion es bueno» y le interesan «los colaboradores», dirá sí al proyecto independientemente de su duración.

De hecho, el regreso al corto con Sexo explícito supuso para Carrasco «volver a descubrirse como creador», según ha reconocido. En ese proyecto en el que también participó Marina Salas, la actriz aseguró haber encontrado a un grupo de gente que ha influido en su vida y «una forma de ver el cine» que va más allá del set de rodaje.

La Semana de Cine de Medina del Campo se ha reencontrado con Carrasco y Salas, para entregarles sus respectivos Roeles. Ambos han recordado sus vínculos con el festival, donde el director ha presentado la totalidad de sus cortos y se llevó el Roel de Oro por Pentimento en 2020, además de haber rodado en Medina el premiado en el Concurso de Proyectos, Vida en Marte, con Marina Sanz en el reparto. El tercer galardonado, Vito Sanz, que no ha podido acudir a recoger su reconocimiento como Actor del Siglo XXI, forma parte también de la «familia» que ha puesto en pie Miocardio, proyectada tras la entrega de los galardones en el Auditorio Municipal Emiliano Allende.

Carrasco ha confesado sentir cierta «responsabilidad» por el Roel. «Demuestra que confían mucho en mí más que yo mismo. Confían en que mi carrera futura sea merecedora de este título», ha declarado en un encuentro con los medios antes de señalar que con el premio siente que ha «cerrado un ciclo» y comienza otro «apasionante». Marina Salas ha interpretado su reconocimiento como «un empujón, como una mano que te acompaña a subir las escaleras».

LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL, A DEBATE

Las Conversaciones del Simón Ruiz han abordado esta mañana un asunto candente: «Inteligencia artificial, influencia en el audiovisual», un encuentro del que se desprende la conclusión de que el problema de esta herramienta tecnológica reside fundamentalmente en el uso que se le dé. En el debate han participado el exdirector de la Seminci y asesor de festivales de cine Javier Angulo, el especialista en IA e investigador sobre hábitos de consumo de cine entre jóvenes Antonio Matei, el ingeniero informático Manuel Santa Isabel Mayo, la profesora e investigadora en el campo del videoclip y videoarte y jurado de esta sección del festival Ana Sedeño y el también docente, especialista en cine y jurado del Certamen Nacional Antonio Santos, moderados por el profesor del departamento de Historia del Arte de la USAL Javier Panera.

Matei, doctor en Historia del Arte por la USAL y entrenador de datos para la IA, ha situado el problema en la «mentalidad de la empresa estadounidense», que conoce de cerca. Tras señalar que la inteligencia artificial «aún está en pañales», ha remarcado que en Estados Unidos la prioridad al desarrollar la herramienta no tiene tanto que ver con los valores éticos como con «el beneficio económico»; mientras que Europa, donde ya se está regulando su utilización, «se está quedando atrás en el desarrollo».

En el campo concreto del cine, Javier Angulo ha hablado de «resultados mediocres», por ahora, y ha dudado de que «la parte humana» de un guion que transmite «complicidades, sensaciones, sentimientos y sutilidad» llegue a conseguirse con la inteligencia artificial; va a ser «muy difícil de copiar», ha dicho, al tiempo que ha apuntado la necesidad de «educar» a la IA «en la ética, en el respeto».

Después de trabajar en la aplicación de esta herramienta en el campo de la Educación, Manuel Santa Isabel, ha situado la clave en «cómo educar a la IA para que nos eduque a nosotros», y se ha mostrado pesimista por los intereses políticos que hay detrás. Como ejemplo, ha aludido a una aplicación china que claramente demuestra que «no quiere» que se hable del Gobierno de ese país.

Ana Sedeño, especialista en videoarte, ha hablado de cierta tendencia de «homogeneización en la estética» de las piezas creadas con IA; probablemente, a su juicio, hay muchas más posibilidades que no se están desarrollando porque no les interesa a las empresas. La investigadora ha considerado que la inteligencia artificial generativa no deja de utilizar mecanismos que ya estaban «en las primeras vanguardias».

También Antonio Santos se ha retrotraído a otras épocas para señalar momentos de cambios radicales y se ha mostrado a favor de desterrar el temor infundado a estas tecnologías, que «se pueden utilizar para ser más creativos o para una creación distinta». «Se puede hacer un buen uso o utilizarla de manera irresponsable, es una cuestión ética», ha concluido.