Iván Velasco: “Aun siendo prudentes, lo más lógico es pensar que este año retomaremos los formatos tradicionales de nuestras fiestas”

  • El alcalde de Montemayor de Pililla hace un repaso de lo que está siendo la legislatura además de adelantar actuaciones o proyectos que hay para lo que resta hasta junio de 2023

Iván Velasco Bachiller, alcalde de Montemayor de Pililla.

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Comienza un nuevo año y los ayuntamientos de la provincia encaran la recta final de una legislatura marcada por la irrupción de Covid-19. Acudimos a Montemayor de Pililla para conocer de la mano de su alcalde, el ‘popular’ Iván Velasco Bachiller, cuáles son las previsiones que tiene su localidad para 2022.

P.: ¿Cómo ha comenzado el alcalde de Montemayor el nuevo año?

R.: A pesar de las circunstancias que todos hemos pasado teniendo que hacer frente al Covid-19 estamos tranquilos. Hemos aprobado los presupuestos municipales y parece que el año está encaminado, siempre pendiente de la pandemia, a ser mejor que los dos pasados.

P: Estamos en la recta final de una legislatura, marcada precisamente por el Covid-19. ¿Ha sido mucho el impacto del virus en las previsiones que tenía al comienzo de la misma?

R.: En el aspecto administrativo y de gestión no. Muchos expedientes estaban iniciados antes de que empezara la pandemia y los proyectos se han podido terminar en plazo aun contando con que la situación no nos afectaba sólo a nosotros sino también a empresas y particulares.

Bien es verdad que hay algunos proyectos que sin estar iniciados administrativamente sí que estaban enfocados políticamente y que la irrupción del Covid ha tirado por la borda. Ejemplo de ello es nuestra aspiración de llegar a acuerdos con empresas para la puesta en marcha de una residencia de la tercera edad en el antiguo cuartel de la Guardia Civil: había conversaciones muy avanzadas que se han frenado en seco porque con el virus de por medio ninguna empresa quiere hablar de ese tipo de iniciativas, por la elevada inversión que conlleva y las grandes perdidas que han tenido debido a la pandemia.

P.: ¿Qué objetivos ha cumplido y cuáles están pendientes?

R.: Aunque quizás está mal que yo lo diga, de lo que me siento más orgulloso, ya no en esta legislatura sino en estos 7 años desde que accedí a la alcaldía, es que el pueblo haya recuperado la paz política y social. En el Ayuntamiento somos tres fuerzas políticas y a pesar de las diferencias que podamos tener es fundamental que éstas no deriven en confrontación de unos contra otros como ocurría en otros tiempos y creo que se ha conseguido. Puede haber discrepancias, pero en lo básico hemos colaborado los unos con los otros.

P.: Una de las mayores críticas que ha recibido de la oposición durante estos años de legislatura fue la relativa al reparto de las tierras comunales. ¿Qué ocurrió y cuál fue el desenlace?

R.: El del reparto de esas tierras ha sido un tema controvertido con independencia de quién haya estado gobernando en el Ayuntamiento. Históricamente ha sido difícil, por no decir imposible, encontrar una solución que satisfaga a todos. Hagas el reparto como lo hagas unos u otros se van a quejar de la calidad de las tierras que les ha tocado. En este caso lo que finalmente se hizo fue un sorteo puro y duro: en una urna se metieron los nombres de los agricultores interesados y en otra todas las parcelas y se fueron sacando alternativamente papeletas de una y otra. Independientemente de que todos estén o dejen de estar satisfechos del lote que les ha tocado, lo que es real es que todos tienen más hectáreas de terreno que hace 8 años (última vez que se repartieron) porque en todo este periodo ha habido muchos agricultores que se han jubilado.

P.: Uno de los grandes problemas que tenía el pueblo a nivel de servicios era la calidad de la señal de televisión. ¿Cómo se solucionó ese tema?

R.: En este caso hay que dar las gracias de manera exclusiva a la Diputación de Valladolid. Ha sido la única administración (ni Junta de Castilla y León ni Gobierno de España han aportado nada) que ha colaborado con el Ayuntamiento de Montemayor, a través de una subvención directa, para financiar entre ambos el coste de un repetidor propio para tener señal propia. De esta manera todos los vecinos ven todos los canales de la TDT, incluidos La 7 y La 8, con una calidad extraordinaria y sin que afecten las condiciones climatológicas. Aprovecho esta entrevista para dar nuevamente las gracias a la Plataforma de afectados de la señal TDT que en todo momento a colaborado con este ayuntamiento.

P.: Hablemos de los presupuestos. ¿Cuáles son los grandes proyectos de este año?

R.: Hemos  aprobado unas cuentas de 967.000 euros, 120.000 euros superior al del ejercicio 2021, incremento que se debe en gran medida a las buenas perspectivas que hay en ingresos por aprovechamientos forestales (piñas). El año pasado teníamos pensado recaudar unos 60.000 euros en este concepto y al final nos fuimos por encima de los 300.000, cifra record de nuestra historia.

Por lo que respecta al contenido, nuestra máxima prioridad es que todas las calles del pueblo estén asfaltadas y tengan todos los servicios y ningún vecino pise tierra ni barro. Hemos incluido una partida de 120.000 euros para la urbanización de la calle San Gil.

P.: ¿Dará el paso Montemayor de recuperar las fiestas patronales “al estilo tradicional” como están haciendo otros municipios?

R.: Aunque la prudencia dicta no tomar decisiones precipitadas, creemos que para julio en La Magdalena y sobre todo en septiembre en las fiestas de la Exaltación de la Cruz las condiciones sanitarias hayan mejorado tanto que se puedan recuperar prácticamente al cien por cien unos formatos tradicionales que casi ni recordamos después de 2 años.

P.: ¿Serás candidato a la alcaldía en 2023?

R.: Queda aún más de un año y lo único que puedo decir es que el desgaste que pueda tener tras llevar en esa fecha 12 años en política (4 como concejal en la oposición y 8 de alcalde) sacrificando gran parte de mi tiempo en asuntos municipales está compensado con creces por la ilusión que me produce trabajar día a día por mis vecinos e implicarme en intentar mejorar su calidad de vida. Debe valorarse el esfuerzo que conlleva día tras día el compaginar el cargo de alcalde con el de tu trabajo particular, ya que no te queda la mayoría de los días tiempo libre para poder emplearlo en otros asuntos. Dicho esto, en un año y medio pueden pasar muchas cosas.