Investigado por conducción temeraria, por abandono del vehículo tras provocar un accidente y por superar la tasa de alcohol

  • Se trata de un varón de 39 años, vecino de Valladolid, al que se le somete a la prueba de alcoholemia arrojando una tasa de 0,93 y 0,83 mgl/l  respectivamente,  en 1ª y 2ª prueba

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La Guardia Civil de Valladolid procede a la investigación del conductor de un turismo sobre un presunto delito de abandono del lugar del accidente, conducción temeraria con manifiesto desprecio por la vida de los demás y conducción superando las tasas de alcohol legalmente establecidas.

Los hechos se inician a raíz de un siniestro vial consistente en salida de vía y choque contra barrera rígida, en el Pk 18 de la carretera de circunvalación de Valladolid VA-30, de un turismo conducido por un varón de 39 años, vecino de Valladolid, al que se le somete a la prueba de alcoholemia arrojando una tasa de 0,93 y 0,83 mgl/l  respectivamente,  en 1ª y 2ª prueba.

 Se da la circunstancia que el mencionado conductor había abandonado previamente el lugar de otro accidente del que presuntamente era el responsable, y en su huida hasta salirse de la vía, efectuó una conducción temeraria con manifiesto desprecio de la vida por los demás.

Por el equipo de Atestados del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil se procedió a la investigación de dicho conductor por la supuesta comisión de los delitos de conducción temeraria y conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas, remitiendo las correspondientes diligencias al Juzgado de Instrucción de guardia de Valladolid.

La conducción temeraria es el exponente de la conducción más inapropiada y crea un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial.

La ingesta de bebidas alcohólicas, así como la de drogas y sustancias tóxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial.