Indignación en Aldeamayor ante la posibilidad que cinco niños tengan que estudiar fuera el CEIP Miguel Delibes

El alcalde, Bernardo Sanz Manso, ha enviado sendas epístolas al Director Provincial de Educación, Agustín Sigüenza, y al Consejero de Educación, Juan José Mateos, donde propone diversas soluciones para que esos niños de 4 años no tengan que desplazarse fuera del municipio.

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Hace tres meses que finalizaron las obras de ampliación del CEIP Miguel Delibes de Aldeamayor con la construcción de seis nuevas aulas, para lo que el ayuntamiento adelantó una cantidad cercana a los 700.000 euros de los que aún no ha recuperado ni uno, y otra vez vuelven los problemas a la comunidad educativa. Tras el cierre del periodo de matriculación para el curso 2014-2015, 55 familias han solicitado la reserva de plaza en el centro en 1º de Infantil. Dado que el colegio de Aldeamayor es de Línea 2 y que la ratio de alumnos por aula que tiene la Junta de Castilla y León es de 25, 5 de esos 55  niños tendrían que ser derivados a otro centro educativo de la provincia como pudieran ser los de Boecillo, Laguna o La Pedraja de Portillo mediante un servicio de taxi como pretende la Dirección Provincial de Educación tal y como informó Sanz Manso a todos los concejales en el pleno celebrado el pasado jueves día 28 de agosto.

Ante esta situación, el alcalde de la localidad ha enviado sendas cartas tanto al Director Provincial de Educación, Agustín Sigüenza, y al propio consejero de Educación, Juan José Mateos, en las que califica de “barbaridad” la medida que la Junta plantea. Para justificar ese calificativo, Sanz Manso argumenta que en el CEIP Miguel Delibes hay suficiente espacio en cuanto a aulas se refiere. Además según el primer edil supone un riesgo innecesario poner en carretera a niños de tan corta edad, y se rompe el objetivo de integración de los diferentes núcleos urbanos. También se pregunta qué ocurrirá en el caso de que un niño se ponga enfermo puesto que “los padres están trabajando y la abuela o familiares no conducen”. Por último se indica que con esta medida “se rompe la intencionalidad del convenio firmado entre Consejería y Ayuntamiento” puesto que se anticipó el dinero de la ampliación “para que no se traslade a ningún alumno”.

Sanz Manso plantea tres posibles soluciones para evitar que se lleve a cabo lo que él califica como “absoluto despropósito”  y que pasarían por incrementar las dos aulas de este nivel en dos y tres alumnos, quedando 27 y 28 respectivamente o bien distribuir a los 55 alumnos en tres aulas de 18, 18 y 19 alumnos cada una con el apoyo o contrato de un profesor más.

El resto de los grupos del consistorio se han mostrado de acuerdo con el envío de la misiva a las autoridades educativas provinciales y regionales y en total desacuerdo con la posibilidad de que cinco niños tengan que desplazarse a otra localidad.