Haza, la Laguna Negra y Aranda de Duero albergarán los fines de etapa de la octava Vuelta Ciclista Junior Ribera del Duero

  • La primera etapa, Castrillo de la Vega-Haza, recorrerá el corazón de la Denominación de Origen Ribera del Duero mientras que el cierre de la ronda llegará con la ya clásica Aranda de Duero-Aranda de Duero y la exigente subida a Valdevacas y al Alto de la Serrezuela, esta última en dos ocasiones

 

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La subida a la Laguna Negra, en lo que pretende ser un homenaje al río Duero que baña toda la comarca y que nace a solo unos metros, es una de las principales novedades de la octava edición de la Vuelta Ciclista Internacional Junior Ribera del Duero, que se celebrará del 23 al 25 de agosto. Una ronda ciclista, reconocida con la categoría UCI por parte de la Federación Internacional de Ciclismo, que durante sus tres etapas volverá a recorrer buena parte de los territorios amparados por la denominación de origen vitivinícola que le da nombre a lo largo de los casi 300 kilómetros que suman sus tres etapas.

El ascenso a este emblemático enclave de los Picos de Urbión será el punto final de la segunda jornada de la Vuelta, ‘Nacimiento del Duero’, que tendrá lugar el 24 de agosto, saldrá de Langa de Duero y discurrirá durante casi 120 kilómetros exclusivamente por tierras sorianas. Tras pasar por Zayas de Báscones y Alcubilla de Avellaneda, el pelotón entrará desde Santa María de las Hoyas y el Puente de los Siete Ojos por el parque natural Cañón de Río Lobos antes de adentrarse por completo en la zona de Pinares y atravesar El Amogable, Vinuesa o Duruelo antes de comenzar el ascenso a la Laguna Negra, donde se situará la meta.

Una ruta muy exigente, pero de gran belleza que convertirá esta segunda jornada de la ronda ribereña en la etapa reina y que, a buen seguro, jugará un papel determinante a la hora de dilucidar quién se llevará el triunfo final.

La jornada anterior, la inaugural, circulará exclusivamente por la provincia de Burgos, entre las localidades de Castrillo de la Vega y Haza. Bajo el lema ‘Valles y Ribera’, recorrerá el corazón de la Ribera del Duero adentrándose en los términos municipales Roa de Duero o Fuentecén, rodando entre el característico mar de viñas de la zona, antes de atravesar el Páramo de Corcos y dirigirse hacia la línea de meta situada en el hermoso enclave medieval de Haza. En total, poco más de 70 kilómetros que permitirán a los equipos participantes familiarizarse con el terreno que recorrerán durante los siguientes días.

Para cerrar la octava edición de la Vuelta Ciclista se ha recurrido al que ya es todo un clásico, la etapa Aranda de Duero-Aranda de Duero, ‘Corazón de la Ribera’. Un total de 106,7 kilómetros, con salida y meta en la plaza de la Hispanidad de la capital ribereña pero que, como es tradicional, entrará en la provincia de Segovia para cumplir con los ascensos a Valdevacas y el Alto de la Serrezuela, que se subirá en dos ocasiones.  

TODO RECOGIDO EN UN CARTEL

Toda la esencia de la VIII Vuelta Ciclista Ribera del Duero ha quedado un año más recogido en el cartel anunciador que difundirá la cita. El trabajo, obra del diseñador Alberto Pérez, está protagonizado por la imagen central de Sente Sentjents, del equipo belga Acrog-Tormans, vencedor de la edición de 2023. Junto a él, el pelotón que recorrerá la comarca, los viñedos que atravesará y algunos de los elementos más significativos del patrimonio natural y cultural de las tres etapas, la iglesia de Santa María de Aranda de Duero, la Laguna Negra soriana y el castillo de Haza.

En sus siete ediciones anteriores, la Vuelta Ciclista Junior a la Ribera del Duero se ha consolidado como una prueba de primer nivel, lo que confirma no solo a categoría UCI que detenta desde 2021 sino la presencia en las filas de las escuadras que la corren de jóvenes ciclistas que en la actualidad están obteniendo grandes éxitos en las rondas ciclistas internacionales, como Carlos Rodríguez, del INEOS Grenadiers, Antonio Morgado, vencedor en el año 2022 y que este año ha vencido en la segunda etapa de la Vuelta a Asturias, el joven Pelayo Sánchez, que ha ganado una etapa en el reciente Giro de Italia o Mario Aparicio, ciclista arandino del Burgos BH que acaba de culminar su participación en el Campeonato de España en una meritoria undécima posición y que se quedó a escasos segundos de la victoria en la primera edición tras ganar en la etapa reina de la ronda ribereña.