Europa es educación, por Borja García Carvajal
José Miguel, joven de veintiún años vallisoletano, no sabía ni freír un huevo frito cuando cogió su maleta y se marchó a vivir uno de los años más apasionantes de su vida a la ciudad belga de Lieja.
Borja García Carvajal, Presidente de NNGG del PPValladolid
Laura, natural de Medina del Campo, decidió a sus veintidós años que la mejor manera de aprender de verdad inglés era ir un año entero a estudiar a la ciudad inglesa de Nottingham. Gracias a las becas Erasmus, a ambos les cambió la vida.
Abrir la menta, vivir nuevas experiencias, aprender o perfeccionar idiomas, viajar, ampliar el curriculum, tener la posibilidad de emanciparse, descubrir nuevas culturas… Para cada estudiante que ha tenido la posibilidad de irse de Erasmus la experiencia ha supuesto algo diferente. Pero no sólo es diversión ya que estudiantes, profesores y empresas coinciden en los beneficios de este programa europeo que está vigente desde hace más de veinticinco años.
Las becas Erasmus son sin duda, el mejor reflejo del salto de calidad que supone la Unión Europea en materia de educación. Algo impensable en la época de nuestros padres cuando solamente la gente con elevados niveles de renta podía permitirse este tipo de lujos. Sin embargo, gracias al programa Erasmus miles de jóvenes españoles, con familias y niveles de renta diferentes, pueden disfrutar cada año de una de estas becas de movilidad.
Cierto es que en los últimos tiempos, las becas han sufrido altibajos debido a la dura crisis en la que nos hemos visto sumidos, pero cierto es también que las becas Erasmus se han mantenido y potenciado por la importancia que suponen para la comunidad educativa.
Sin embargo, hasta ahora las becas Erasmus adolecían de un alto grado de injusticia al estar solamente diseñadas para estudiantes universitarios impidiendo así que quienes optaban por otro tipo de estudios pudieran acceder a las mismas. Es por ello que el gobierno de Mariano Rajoy ha lanzado el proyecto Erasmus+ para que se puedan acoger a este tipo de becas, además de los estudiantes universitarios, los escolares, los de formación profesional, y los que luchan por ser deportistas profesionales. Esta ampliación refuerza sobre todo la formación profesional.
La Formación Profesional en nuestro país siempre ha sido considerada como la hermana pobre del sistema educativo. Durante años fue maltratada y olvidada por los diferentes gobiernos socialistas que veían su reflejo en Cuba (país del mundo con mayor tasa de universitarios) más que en el Reino Unido o Alemania, países donde la formación profesional es la educación superior predominante.
Los gobiernos del Partido Popular del 96 al 2004 ya apostaron por reforzar la FP, convirtiéndola en una alternativa real a la Universidad, pero todo ello se truncó con la llegada del “Zapaterismo” y su renovada utopía cubana. Sin embargo, todo ha vuelto a cambiar, y de nuevo es un gobierno popular el que impulsa los nuevos programas de formación profesional dual para acercar más este tipo de educación a las empresas que serán las destinatarias de los estudiantes.
La formación profesional dual se basa en poner el acento en la presencia de los estudiantes en los centros de producción y las empresas. Además apuesta no sólo por formar a futuros trabajadores de los diferentes sectores, sino por inculcar a los estudiantes el espíritu emprendedor que tanto necesita nuestro país para dejar atrás los años de crisis y recuperar el tejido empresarial perdido.
Movilidad y formación profesional dual son dos de las posibilidades que se nos ofrecen dentro del marco educativo europeo. Pero nada de esto en posible sin los fondos procedentes de la Europa, y sobre todo sin una buena guía que dirija la Unión Europea por buen camino. El euroescepticismo ligado a movimientos extremistas y radicales están creciendo en Europa, y la dureza de la crisis ha hecho que estos movimientos calen en la población. Si a estos movimientos les unimos la apatía de quienes creen que no votando en las elecciones europeas castigan a nuestros políticos, el camino se complica aún más.
Es por esto que en estos momentos difíciles necesitamos apostar por una España fuerte dentro de la Unión Europea. Europa es educación y movilidad y becas y formación profesional dual, y por todo ello, ahora más que nunca hay que apostar por Europa.