EMOTIVIDAD Y REIVINDICACIÓN EN EL PREGÓN DE LA SEMANA SANTA DE MEDINA DEL CAMPO DE DAVID MURIEL

Cofrade desde los cinco años el pregonero realizó un recorrido en primera persona por sus recuerdos con alusiones a momentos y personajes
Fue crítico con quienes desde el propio entorno de la localidad ponen en duda la magnitud de la Semana Santa Medinense

El pregonero en un momento de su intervención.

Juan J. Villalba Pinilla

Medina del Campo vivió ayer lo que se puede considerar, aun estando en Cuaresma, el primero de los grandes actos de su Semana Santa: el pregón que pronunció en la Iglesia Colegiata de San Antolín el Técnico de Desarrollo Local del Ayuntamiento de la localidad y exvicepresidente de su Junta de Semana Santa David Muriel Alonso.

El acto, que contó con la presencia de numerosas personalidades como la alcaldesa de la villa, Teresa López, o el presidente de la Diputación Provincial de Valladolid, Jesús Julio Carnero,  se inició con la presentación del pregonero por parte del Presidente de la Junta de Semana Santa Carlos García Serrada. A Muriel definió  este último como “amigo y compañero de infinidad de aventuras semanasanteras”, así como “maestro y consejero con el que he trabajado codo con codo para que Medina y su Semana Santa sea uno de los referentes a nivel internacional de estas celebraciones”. Destacó también que se trata del primer cofrade de la villa en pregonar su Semana Santa.

Tomó la palabra el pregonero, cofrade desde los cinco años, y de manera inmediata agradeció su elección a pesar, dijo, “de no tener más méritos que el ser un cofrade más que ha vivido esta Semana Santa en primera persona y ser testigo de una relevante parte de la historia de la Semana Santa y de esta Villa de la que por tanto puedo dar testimonio”. Acto seguido pasó a recordar la figura de quien fuera  primer presidente, y luego durante 15 años, de la Junta de Semana Santa, Alfredo López Velasco.

Tras este emotivo recuerdo, entró de lleno en el contenido de su intervención y definió a la Semana Santa medinense y a sus cofrades como “mi segunda familia”.  Apeló también al orgullo sentido por haber vivido de manera activa momentos de la historia reciente de estas celebraciones. No faltaron alusiones a vivencias, a personas como compañeros cofrades, padres,  esposa e hijas, y también a momentos especiales de esta historia. Destacó en este último punto, como hitos de todos estos años, la rehabilitación de la ermita de San Roque o la celebración,  en septiembre de 2006, del XIX Encuentro Nacional de Cofradías al que definió como “punto de inflexión” de la Semana Santa medinense en cuya organización “se volcó la villa”.

El siguiente punto de su alocución versó sobre las dos imágenes que presidían el pregón: el ‘Jesús Nazareno’ de Francisco del Rincón y el ‘Jesús en su mayor desamparo’ de Ricardo Flecha. “Ambas imágenes por primera vez juntas en un mismo templo –señaló-, representan en sí mismo muchos de los valores de nuestra Semana Santa: son icono del renacimiento español por un lado y de la innovadora escultura contemporánea por el otro. Ambas rezuman autenticidad y son la esencia de la actual Semana de Pasión de Medina del Campo, asentada en unos valores históricos y artísticos de primer nivel que se enriquecen y complementan con aportaciones actuales reflejos de la juventud y el dinamismo de las cofradías de la Villa de las Ferias”.

Haciendo gala de su formación como agente de desarrollo local, Muriel puso en valor la importancia de la Semana Santa como recurso socioeconómico y turístico. Incidió que esta celebración “es uno de los picos turísticos durante todo el año” como ocurre en la comunidad autónoma, “sólo comparable en cuanto a cifras con los encierros tradicionales y con la Semana Renacentista” y destacó la presencia de las cofradías como cónclave social puesto que son “nueve de las quince asociaciones más numerosas de Medina, con múltiples actividades organizadas, meritorias bandas de música, coros, publicación de boletines, convocatorias de concursos, etc.”.

Tiempo tuvo para hacer un repaso a la agenda de procesiones y actos que desde mañana jueves llenarán la agenda de los medinenses, destacando la rica mezcla de citas tradicionales y también novedosas como la Procesión de La Sentencia del Miércoles Santo.

Definió a los reconocimientos públicos de esta Semana Santa -de interés regional, nacional e internacional- como “más que merecidos” puesto que según su discurso, “cumplen escrupulosa y modélicamente con la normativa vigente al respecto y sirven en primera instancia para el aumento de nuestra propia autoestima”.

Fue crítico Muriel al afirmar que a pesar de lo anterior “nosotros mismos o nuestro entorno más inmediato a veces nos hemos atrevido a poner en duda los valores y virtudes de una Semana Santa” más reconocida actualmente en la ciudad portuguesa de Braga, que en Valladolid capital”. Extendió esa crítica a otros aspectos de la idiosincrasia de los medineses más ocupados en despreciar que resaltar los propios recursos. “Aún nos queda alcanzar el reconocimiento más difícil: el nuestro y el de nuestros convecinos para que al menos, el respeto y el cuidado de nuestros propios valores sea una completa realidad” sentenció

También quiso mirar al futuro aludiendo a los nuevos retos que se avecinan.  “Pensando en global para actuar en local” manifestó su deseo de un reconocimiento universal de la Semana Santa española como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad como palanca para una difusión fuera de nuestras fronteras. Se trata, afirmó “de una manifestación religiosa o cuanto menos que se percibe de forma distorsionada”. Para este ADL, este camino internacional “se complementa en Medina del Campo con la singularidad local que representa tener el conjunto procesional de imaginería renacentista más completo de cuantos existen en el mundo”. Aprovechó en este punto para enumerar algunas de esas obras referidas.

También aludió a otros retos como la eliminación de las ruedas en los desfiles procesionales o a la necesidad de completar el proyecto del Centro Cultural San Vicente Ferrer “que precisa de la rehabilitación integral de la Ermita del Amparo y los restos usurpados de su antiguo hospital”. Tuvo aquí unas palabras de reconocimiento para la labor que este centro desarrolla.

Aprovechó su alusión al Centro San Vicente Ferrer como medio de la “puesta en valor y apertura del patrimonio religioso de la villa” para defender el turismo religioso en la misma haciendo una relación de las actuaciones que en esta materia se han realizado. “Dar la espalda al turismo religioso en Medina del Campo –dijo- es como obviar el Camino de Santiago de Compostela”.

En la parte final del pregón hizo una serie de reflexiones “humanas y divinas” y apeló a seguir “cumpliendo sueños y a reconocer dentro lo que nos reconocen fuera construyendo con todo y entre todos una Medina del Campo y una Semana Santa para el futuro, para que nuestros hijos y nietos se sientan orgullosos de sus antepasados”.

Sus últimas palabras fueron para invitar a los presentes a “seguir apasionándose” con la Semana Santa que tendrá su continuación en la celebración del Congreso Nacional de Cofradías de abril.

Un pequeño concierto de la coral ‘Voces Amigas’ puso el broche de oro a tan emotivo acto.

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