El pleno de Castronuño acuerda el cierre de las piscinas municipales durante la presente temporada

  • La exigencia de medidas impuestas como la del distanciamiento social, tanto en zonas de baño, zonas de césped y bar, no solo conllevan una importante disminución del aforo, sino que suponen además, la prohibición de toda actividad recreativa en los diferentes espacios

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El Ayuntamiento de Castronuño no abrirá las piscinas municipales durante esta temporada de verano. La corporación municipal ha tomado esta decisión a raíz del estudio de los protocolos de actuación emitidos por el Ministerio de Sanidad y por la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León para la protección de la salud en la reapertura de las piscinas con motivo de la crisis sanitaria del COVID-19 y anteponiendo por encima de cualquier otra cuestión la salud y la seguridad de los vecinos del municipio.

La piscina municipal es uno de los espacios más concurrido del municipio durante los meses de verano. Es un punto de encuentro de vecinos de todas las edades y visitantes llegados desde distintos lugares. Estas bondades son las que en estos momentos convierten a la piscina en un potencial foco de contagio, debiéndose extremar en ella las medidas de higiene y seguridad.

Es por ello que la exigencia de medidas impuestas como la del distanciamiento social, tanto en zonas de baño, zonas de césped y bar, no solo conllevan una importante disminución del aforo, sino que suponen además, la prohibición de toda actividad recreativa en los diferentes espacios, así como la obligatoriedad de que los niños menores de 14 años permanezcan dentro del espacio ocupado por la unidad familiar.

Estas duras condiciones, a la vez que necesarias para evitar posibles contagios, resultan esencialmente incompatibles con la naturaleza del propio servicio. Si por algo se ha de caracterizar el ambiente de las piscinas es por ser un espacio de esparcimiento, relajación y convivencia, cuestiones que técnicamente no se pueden garantizar ante el cumplimiento de las normas establecidas.

Por otra parte, la adaptación del servicio de piscina a la nuevas circunstancias higiénico sanitarias de obligado cumplimiento implica un importante incremento del coste del servicio, ya de por sí deficitario. Sin embargo, la decisión de la no apertura no deriva de un mero problema económico, y como tal salvable, sino que es debido a que se entiende que la aplicación del protocolo de actuación supone la quiebra de la esencia del propio servicio, sin que ello, a pesar de tanto esfuerzo, ofrezca a nuestros vecinos las garantías sanitarias necesarias en estos momentos de preocupación social.

Es por ello que, desde la firme convicción de regir por el bien común de nuestro pueblo, pese a la dificultad y lo doloroso de la decisión, y siempre en aras de proteger la salud de los vecinos como el bien más preciado, la corporación municipal concluye que la opción más responsable pasa porque las instalaciones de las piscinas municipales permanezcan cerradas durante la presente temporada. Este cierre se dictamina con la esperanza de que, una vez superada esta terrible pandemia, se pueda volver a ofrecer este servicio en óptimas condiciones que aseguren el bienestar y la seguridad de todos los vecinos y visitantes.