Editorial: Comienza un nuevo pontificado

A las 9:30 de la mañana darán inicio los actos de inicio de pontificado del Papa Francisco. Muchas son las expectativas que está levantado este nuevo pontífice. Reflexionemos durante dos minutos sobre ello.

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A la paz de Dios hermanos:

Lo primero, felicitar entre otros a los Isnardos, Narcisos, Andreses, Sibilas o Sibilinas y como no a los Josés, Pepes, padres naturales y también putativos.

Felicitar, como no, al nuevo Papa, Francisco, que hoy, coincidiendo con el día de San José, patrón de la Iglesia  Universal, comienza su pontificado que esperemos que sea fructífero. Las formas del nuevo Papa dan a entender que como poco va a ser un pontífice diferente, más cercano al pueblo y quizás, más cercano a determinadas realidades sociales de este, nuestro siglo XXI. De ahí a que realice una verdadera revolución en el seno de la Iglesia, está por ver. El nuevo patriarca de la Iglesia Católica tiene por delante retos no poco importantes como una profunda renovación de la Curia eclesiástica anquilosada en los órganos de gobiernos del Vaticano y en ideas retrógradas y más propias de otros siglos, una limpieza total y verdadera de todo aquel responsable de escándalos y prácticas nocivas no sólo para la institución sino para la sociedad en su conjunto, y por qué no, un giro o apertura en algunos de los principios que hasta el momento regían sus prácticas. Pero de ahí a que se produzca la revolución que buscan algunos, y sobre todo muchos que curiosamente están fuera del seno de la iglesia, no se sienten representados por ella, o sencillamente no son ni creyentes, está por ver. A las pocas horas de su elección como rector de los designios de la Iglesia, ya ha habido quien se ha encargado de recordar sus “teóricas” relaciones con la dictadura argentina, desmentidas por él mismo o “supuestas” afirmaciones sobre el papel de la mujer en la sociedad que alguien con no sé qué nivel de rigor le ha adjudicado. Al menos, otorguemos a Francisco los 100 días de gracia que se concede a los rectores políticos para poder evaluarlo, criticar o alabar su labor, haciendo bueno ese dicho de “por sus obras los conoceréis” que, ¡oh casualidad! tiene su origen en el Evangelio de Mateo o para los que no comulguen con los Evangelios, este otro de “se hace camino al andar” de Antonio Machado.

No es poca la tarea que le toca realizar desde hoy mismo,  así que como dijera San Francisco de Asís, modelo de este nuevo Papa: “Empieza haciendo lo necesario, continúa haciendo lo posible; y de repente estarás haciendo lo imposible”.