Diputación y Colegio de Farmacéuticos facilitarán la medicación a pacientes que no pueden acudir a las farmacias.

  • Gracias al protocolo suscrito por ambas instituciones
  • Las personas a las que afecta esta medida son aquellas que viven solas sin posibilidad de apoyo de otras personas, así como de personas que no puedan o no sea recomendable que salgan de sus domicilios

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La Diputación de Valladolid ha suscrito un protocolo de colaboración con el Colegio de Farmacéuticos de Castilla y León con el fin de asegurar el acceso a su medicación a los pacientes que por sus circunstancias especiales no pueden desplazarse a la farmacia, evitando así salidas de su domicilio que puedan potenciar el riesgo de contagio.

Las personas a las que afecta esta medida son aquellas que viven solas sin posibilidad de apoyo de otras personas, así como de personas que no puedan o no sea recomendable que salgan de sus domicilios. Se trata de personas con problemas de movilidad, con enfermedad aguda (COVID-19 u otros procesos que cursen con fiebre o con síntomas de enfermedad infecciosa), en situación de cuarentena domiciliaria por COVID-19, procesos crónicos complejos incluidos en los grupos de mayor riesgo de infección por Covid-19 (enfermedades respiratorias, cardiovasculares, cáncer, diabetes o cualquier otro que suponga un déficit de la inmunidad), así como aquellos habitantes de municipios sin farmacia que no puedan desplazarse.

En el caso de la Diputación de Valladolid, el acuerdo precisa de la colaboración con los correspondientes ayuntamientos, ya que las solicitudes se tramitarán a través de los 13 CEAS repartidos por la provincia. El paciente deberá llamar al CEAS de su zona, donde detallará la medicación que requiere y el tipo de receta del que dispone, (electrónica o papel).

Estos datos serán trasmitidos desde los CEAS a la oficina de farmacia correspondiente, que prepararán las entregas que serán realizadas posteriormente por personal de los CEAS en los domicilios de las personas afectadas por esta situación. En ningún caso los trabajadores o voluntarios de los CEAS se harán cargo del pago de los encargos, que quedarán pendientes en las oficinas de farmacia hasta que finalice el período de alerta sanitaria.

En cualquier caso, es necesario resaltar que se trata de un servicio excepcional y que su prestación corresponde exclusivamente a los farmacéuticos. Son los titulares de las oficinas de farmacia los que deben garantizar mediante atención telefónica el cumplimiento de los establecido por el médico y realizar el seguimiento de los tratamientos.