DIPUTACIÓN REPARTIÓ 10.000 SERVICIOS DE COMIDA A DOMICILIO A MENORES EN RIESGO DURANTE LAS VACACIONES ESTIVALES

Una media de 150 menores han sido atendidos a diario durante el cierre estival de los comedores escolares
 En 2016 se está consolidando la tendencia a la baja en la demanda de la población de ayudas de emergencia social

Conrado Íscar durante la presentación de la memoria.

Pueblosycomarcas.com

La Diputación de Valladolid ha repartido 10.000 servicios de comida a domicilio entre el 4 de julio y el 11 de septiembre para 150 menores de la provincia en situación de vulnerabilidad. Cada uno de los casos atendidos ha sido valorado y derivado por las trabajadoras sociales de los Centros de Acción Social de la provincia. El diputado delegado del Área de Igualdad de Oportunidades y Servicios Sociales, Conrado Íscar, ha  presentado esta mañana el balance del Servicio de Comida a Domicilio que ha funcionado en los meses de verano, al tiempo que ha informado de la ejecución de otros programas de inclusión social desarrollados hasta el 31 de agosto de 2016.

El servicio de comida a domicilio para menores se puso en marcha el 4 de julio, fecha en la que comenzó a realizarse el reparto en toda la provincia a cargo de la UTE formada por el Centro Especial de Empleo Grupo LINCE, empresa que presta de forma habitual el Servicio de Comidas a Domicilio subcontratada por Domicilia Grupo Norte, que a su vez es la empresa adjudicataria del Servicio de Ayuda a Domicilio para personas dependientes que la Diputación presta en la provincia.

El servicio de comida se inició en esa fecha con 136 servicios correspondientes a 136 menores, integrados en 66 familias que son las que se benefician de su puesta en marcha. Estas familias residen en 26 municipios de la provincia  donde se realiza el reparto. A lo largo del periodo estival dicho número ha ido creciendo de forma paulatina con una media de 150 menores beneficiarios atendidos, teniendo en cuenta las altas y bajas que se han ido produciendo durante el periodo.

El objetivo es el de garantizar una alimentación equilibrada a aquellos y aquellas menores de la provincia de Valladolid de familias en situación de vulnerabilidad social, teniendo en cuenta que durante el periodo estival, los comedores escolares permanecen cerrados.

Las comidas y cenas que se han distribuido a los menores se adecúan a las características tanto de edad, como de salud, e incluso, culturales de las familias. El reparto se ha realizado tres veces por semana en el propio domicilio de las familias sin coste alguno para ellas.

Todos y cada uno de los casos atendidos desde el servicio de comidas fueron valorados y derivados por las trabajadoras sociales de los 13 Centros de Acción Social de la provincia. La puesta en marcha de este recurso ha sido posible gracias al conocimiento en profundidad de las zonas de trabajo del personal técnico de los CEAS de la provincia, y también a la adecuada coordinación y respuesta de las empresas prestadoras del Servicio ante las incidencias que han ido surgiendo a lo largo del trimestre.

La finalización del servicio de comidas ha tenido lugar en la mayor parte de los casos el 11 de septiembre coincidiendo con la apertura de los comedores escolares, aunque para casos puntuales se continuarán distribuyendo menús hasta el 30 de septiembre de 2016.

SOLUCIÓN PROVISIONAL

El Servicio de Comida a Domicilio destinado a menores en situación de vulnerabilidad se puso en marcha por primera vez durante el período vacacional de julio a septiembre de 2015, y volvió a activarse en las fiestas navideñas de diciembre de 2015 a enero de 2016.

El pasado verano el Servicio de Comida a Domicilio atendió a una media de 114 menores, pertenecientes a 50 familias residentes en 26 municipios de la provincia. En el período navideño fueron alrededor de 141 menores de 25 municipios. En total en 2015 se repartieron alrededor de 9.000 servicios de comida a domicilio. Mientras que en este período de 2016 se han superado los 10.000 servicios de comida repartidos.

Esta solución, que cumple correctamente con las finalidades perseguidas sin estigmatizar a las familias, se considera provisional, ya que se están buscando soluciones más normalizadas para próximos períodos vacacionales. En ese sentido se está negociando con una entidad bancaria para que las ayudas de emergencia social para alimentación puedan canalizarse a través de tarjetas específicas que posibilitarán que en sucesivos períodos vacacionales, los menores en vulnerabilidad coman junto a sus familias, comidas preparadas por las propias familias y la misma comida que los demás miembros de sus familias, lo que resulta la solución más normalizadora y recomendable desde el punto de vista de la integración.

MENOS DEMANDA DE AYUDAS DE EMERGENCIA SOCIAL

El servicio temporal de comidas se complementa con todas las actuaciones que se llevan a cabo desde la Diputación Provincial, como las ayudas de emergencia social, tramitación de Renta Garantizada de Ciudadanía, Convenio con Banco de Alimentos, colaboración con Cáritas y Cruz Roja, etcétera. Estas acciones entran de lleno en el marco de la Red de  Protección a las Familias liderada por la Junta de Castilla y León, en la que participan todas las Corporaciones Locales y las Entidades del Tercer Sector especializadas.

Hay que destacar que la evolución de las solicitudes de Ayudas de Emergencia Social está descendiendo de una forma considerable.

Entre 2012 y 2016 se produjo un importante incremento del 528% en las partidas destinadas a inclusión social. En este periodo el presupuesto total aportado a estos programas ha sido de más de 2 millones de euros.  Pero mientras en los años 2013 y 2014 se produjo un incremento exponencial de las solicitudes de ayudas de emergencia social, en 2015 éstas experimentaron un cierto descenso que se está confirmando en los meses transcurridos de 2016 con una clara tendencia a la baja en las solicitudes de ayudas, en cifras absolutas.

AYUDAS AL DESAHUCIO

En cuanto a las ayudas concedidas al amparo de los convenios suscritos desde el año 2013 en el que se estableció un programa flexible y ágil para la concesión de ayudas al alquiler a personas y familias en situación de desahucio, que hubieran perdido su vivienda habitual como consecuencia del impago de las cuotas establecidas en un préstamo hipotecario o en un contrato de alquiler de larga duración, hay que destacar la evolución.

En estos tres años Cáritas ha concedido 33 ayudas, por importe total de 64.338 € con un importe medio de 1.950 €. Por su parte, Cruz Roja ha concedido 27 ayudas, por cuantía de 51.810 € con un importe medio de 1.919 €.

En el año 2016 se incluyeron algunas novedades; dos que se refieren a los beneficiarios, y una tercera por la que se amplía el objeto.

La primera novedad ya se incorporó en la Adenda aprobada en septiembre de 2015 al Convenio, lo que ha sido incorporado al texto de 2016.

El objetivo era y es ampliar los beneficiarios de las ayudas al alquiler, además de las personas o familias desahuciadas de su vivienda habitual, para lo que se incluyó como beneficiarios del convenio a las personas individuales o unidades familiares que hayan llegado a España con motivo de la crisis humanitaria producida por el conflicto bélico en Siria con estatus de Solicitante de Asilo y/o de Refugiado dentro del programa de acogida puesto en marcha por la Unión Europea, con el objetivo de paliar las necesidades de una primera acogida y facilitar el pago del alquiler de una vivienda a personas y/o familias con este estatus de solicitante de asilo o refugio, a su llegada a la provincia de Valladolid.

Por otra parte, se añade un nuevo tipo de situaciones a atender en el año 2016, configurando un tercer supuesto para atender a las mujeres que ostenten la condición de mujer víctima de violencia machista, siempre que exista Orden de Protección o en caso de no existir, que exista un Informe de los Servicios Sociales que deriven a este recurso por considerarlo el más idóneo para la protección de la integridad de la mujer y de su familia.

En este apartado señalar que de las 13 ayudas concedidas por las entidades en este año 2016, tres se han concedido a mujeres víctimas de violencia de género.

La tercera novedad se refiere al objeto de los convenios, incluyendo también la realización por parte de las entidades de acciones formativas que supongan la promoción personal y laboral de esos colectivos.