Detienen en Valladolid a un proxeneta por explotación sexual y amenazas a las inquilinas del piso que regentaba

  • Les cobraba 100 euros semanales en concepto de alquiler y el 50% de las ganancias obtenidas de sus servicios

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La Policía Nacional ha detenido a un varón como presunto autor de un delito de explotación sexual y amenazas.

La Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades (UCRIF) de Valladolid lleva a cabo una continua labor de control, monitorización y realización de inspecciones periódicas en clubs, domicilios y vía pública donde se desarrolla y ejerce la prostitución con la finalidad de detectar y en su caso liberar víctimas de Explotación o Trata de Seres Humanos, siendo la labor asistencial a las víctimas su prioridad.

En el marco de estas competencias, en octubre del pasado año 2023, se localizaba un piso en el que se ejercía la prostitución, regentado por un varón que se encargaba de publicar anuncios de alquiler de habitaciones en diferentes páginas web, entre ellas también en portales de servicios sexuales.

Cuando las interesadas visitaban el inmueble, el individuo comunicaba a sus víctimas que debían ejercer la prostitución en el lugar con la obligación de entregarle 100 euros semanales por el alquiler y el 50% de las ganancias obtenidas de sus servicios sexuales.

Una de las víctimas, que era ajena completamente al mundo de la prostitución, se trasladó a Valladolid al creer haber encontrado un alquiler económico. Una vez comprobó las condiciones del arrendamiento, y ya en la ciudad, se vio compelida a comenzar a ejercer la prostitución bajo el dominio absoluto del individuo, quien le retuvo su pasaporte, publicó los anuncios de servicios sexuales en webs habilitadas al efecto, fijó las tarifas a cobrar y se apoderó del total de lo ganado por la víctima, obligándola a estar disponible 24 horas al día y atender a clientes sin protección.

El varón prometía a otra de las mujeres convertirla en su protegida a cambio de servicios sexuales gratuitos con él. Le ofrecía ciertos privilegios que el resto de mujeres no tenían, como poder fijar sus propias tarifas y no retenerle la documentación personal. Si bien las exigencias sexuales del varón llevaban a menoscabar la autoestima y dignidad de la víctima, a la que amenazaba y coaccionaba si la mujer se negaba.

Ambas mujeres eran encerradas en la vivienda, no disponiendo de llaves del inmueble, debiendo solicitar permiso al individuo para salir a la calle y siempre bajo su supervisión y control, siendo otorgado el permiso únicamente para adquirir víveres necesarios para subsistir.

Como consecuencia de la actuación policial, la operación culminaba el pasado 1 de abril con la liberación de las dos mujeres y la detención del varón.