De Margarida: “La recesión económica y social es ya inevitable”

  • Para el decano de los economistas vallisoletanos “la desaceleración es ya una realidad, por lo que estamos en un momento de incertidumbre máxima que requiere cautela y prudencia”

 

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El Observatorio Económico del Servicio de Estudios Económicos ECOVA Estudios del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora, correspondiente al segundo trimestre de 2022, ha constatado que “estamos en un momento de incertidumbre máxima, donde la prudencia y la cautela son las dos herramientas necesarias en un escenario donde la desaceleración económica ya es una realidad”.

El Director del Servicio, Juan Carlos De Margarida, ha hecho hincapié en que “la subida de tipos es necesaria para luchar contra los desbocados precios, aunque supone una dificultad añadida para la economía y las empresas europeas al encarecer su financiación”. Además, “es importante que el BCE no ceda a las presiones e intereses políticos de no relajar la política monetaria hasta que hayan bajado suficientemente los precios”.

También ha resaltado la preocupante situación de las familias, que verán mermada su capacidad de consumo e inversión, viéndose obligadas a afrontar un esfuerzo extra debido a la alta inflación y al encarecimiento de las hipotecas. Ha puntualizado que “los paquetes de ayudas del Gobierno, hasta el momento, no resuelven la inflación al no ajustarse a la realidad cambiante de la economía, puesto que es un dinero que se pierde por el camino sin resolver el problema de fondo que supone el aumento de precios y la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos”.

De Margarida ha lanzado previsiones de futuro, afirmando que “la inflación se agravará con los recortes de suministro de gas ruso que Moscú está ya aplicando”. “La situación actual es el preámbulo de recortes más profundos en el consumo a partir de este otoño, que provocarán una desaceleración fuerte del PIB con consecuencias inmediatas de una recesión y/o estanflación”.

ECOVA Estudios ha analizado las previsiones económicas donde se ha puesto de relieve que “la economía de Castilla y León no se recuperará en el 2022 de la caída del 2020 por la Covid” y prevé la recuperación del 100% a principios de 2024, a expensas de la incertidumbre económica en el último trimestre de 2022 y primero del 2023. Ante esta realidad, “existe una necesidad urgente de ajustar el déficit estructural con una reducción sin parangón del gasto público y, sobre todo, con un techo de gasto no expansivo”.

De Margarida también ha advertido sobre la problemática empresarial presente en la actualidad, la cual afecta especialmente a la actividad productiva, “ya que las empresas se ven obligadas a reducir o a abandonar parcialmente ciertas actividades debido al aumento de los precios de la energía agravado con una reducción de las ventas a causa de la disminución del consumo, verdadero motor de la economía”.

ECOVA Estudios constata que nos encontramos ante el preludio de una recesión con un más que notable deterioro de la economía española, marcado por el aumento de los costes de la industria, la caída de la producción en diversos sectores, la pérdida de fuerza de la recuperación laboral, una subida de tipos de interés, tasas negativas del comercio minorista y la pérdida del poder adquisitivo de las familias, así como una disminución del ahorro privado.

A modo de conclusión, el Director de ECOVA Estudios ha recordado que “el entorno económico, en estos momentos, es muy delicado; por lo que la prudencia y la buena gestión pública y privada son determinantes, sobre todo en un probable escenario de racionalización de la electricidad este invierno y de la disminución del consumo de los ciudadanos”.

Los últimos indicadores dan por sentado el estancamiento económico en el último trimestre de 2022 y primer trimestre de 2023 en forma de recesión técnica (dos trimestres consecutivos de caída del PIB). Si la recesión se materializa, sería el primer paso hacia una nueva crisis financiera y económica.

Una vez más, Juan Carlos De Margarida ha hecho hincapié sobre la realidad del consumo, que se está deteriorando a marchas forzadas. “El BCE debe moverse con seguridad y gran agilidad para no provocar una crisis con efectos apocalípticos”. También es necesario aumentar la recaudación impulsando el crecimiento económico con incentivos fiscales que estimulen el consumo y el empleo y, por ende, la recaudación del IVA e IRPF.

Además, añade que “es del todo necesario evitar crear inseguridad jurídica con el fin de atraer inversiones” recordando que “la política no puede estar por encima de la economía. Tiene que tenerla en cuenta en todas sus gestiones y decisiones para lograr el bien común de la sociedad”.