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CUATRO NIÑAS DE BOECILLO COLABORAN EN EL PROYECTO ‘PRINCESA CALVA’ QUE HOY SE PRESENTA EN TODA ESPAÑA

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Las pequeñas, de 8 y 9 años, han elaborado ‘fofuchas pelonas’ que junto a las del resto de voluntarios de toda España serán repartidas hoy entre niños enfermos con cáncer en todo el territorio nacional
El taller de fofuchas se incluyó como actividad complementaria dentro de la catequesis de la Primera Comunión en la parroquia de San Cristóbal

Imagen de las niñas junto a la catequista, Belén Magdaleno, y el párroco, David Prieto junto a parte de las focuchas que han elaborado.

Juan J. Villalba Pinilla

Con el término ‘Princesa Calva’ se conoce al movimiento social que surgió hace aproximadamente un año en nuestro país en solidaridad con los cientos de niñas y niños que padecen cáncer infantil. El origen de la iniciativa hay que buscarlo en una entrada de una niña enferma de cáncer en las redes sociales con un mensaje en el que pedía a Disney una película protagonizada por una princesa calva. Hay que recordar que al margen de otros efectos, la alopecia o calvicie es una de las consecuencias de los tratamientos de quimioterapia.

El sueño de esta pequeña no pasó desapercibido para Asun Bodí quien rápidamente, conmovida por este mensaje, decidió dedicar parte de su vida y esfuerzos a cumplir el deseo de la pequeña. ‘Princesa Calva’, nace, como la propia Bodí señala,  “con la esperanza y la ilusión de dibujar una sonrisa en los rostros de todos los niños que en estos momentos luchan contra el cáncer”.

Bodí aprovechó su conocimiento del mundo de las fofuchas, muñecas originarias de Brasil que se elaboran con goma eva y bolas de porexpan, para idear un proyecto que tendría como destinatarios a los pequeños enfermos de cáncer que se encuentran  ingresados en el hospital y que consistía en fabricar cientos de estas muñecas para repartir entre estos niños. Acto seguido contactó con otras personas para compartir el proyecto y se decidió crear un grupo en Facebook donde se solicitaba la colaboración de más artesanas para idear sus propios príncipes. Esa colaboración dio como resultado el nacimiento delpríncipe Coraje y la princesa Esperanza, ambos calvos o ‘pelones’, en referencia al apelativo con el que cariñosamente se designa en los hospitales a los niños aquejados de cáncer infantil. Los muñecos se repartirán por todos los hospitales españoles a partir de hoy lunes, 15 de febrero, coincidiendo con el Día Internacional del Cáncer Infantil. En Valladolid habrá una presentación a la una y media del mediodía.

La boecillana Belén Magdaleno fue una de las primeras personas en sumarse a ‘Princesa Calva’ en la provincia de Valladolid y en pedir colaboración a través de diferentes medios de comunicación. Catequista de la parroquia de San Cristóbal, llevó esta iniciativa al grupo de niños que están preparando su Primera Comunión para que quien lo deseara, como actividad complementaria a la preparación para el sacramento, elaborara príncipes Corajes y princesas Esperanzas.  “La idea surgió hace unos cinco meses –explica-. De entre todos los niños que empezaron en este taller de fofuchas, finalmente han sido cuatro niñas las que a base de constancia han conseguido terminar sus muñecas”.

Esas niñas son María Almanza, Carlota Martín, Carla Vargas y Rocío Gómez. Aunque las hubiera gustado participar hoy en la puesta de largo de ‘Princesa Calva’ en Valladolid, sus obligaciones académicas no se lo permiten y por eso en la mañana de ayer domingo fueron las auténticas protagonistas de la presentación de ‘Princesa Calva’ en Boecillo en un acto que tuvo lugar en la iglesia tras la misa de las once y en el que se presentó al resto de niños de la parroquia el resultado de cinco meses de trabajo. “Hemos tenido que mucha paciencia y a veces hemos necesitado mucho esfuerzo para terminar las fofuchas –comentan las niñas- pero estamos orgullosas de haber participado en un proyecto solidario de este tipo”.

A pesar de su corta edad, pues estamos hablando de pequeñas de ocho y nueve años,  las cuatro son plenamente conscientes de la finalidad y el destino de los muñecos que han elaborado. Si en algún momento, dentro los cinco meses que han estado dando forma a las ‘fochuchas’, la complejidad del trabajo hizo que cundiera el desánimo y por su cabeza pasara la idea de abandonar, finalmente se impuso el tesón y pudo más la responsabilidad por terminar algo con un destino tan noble como el que tendrán sus muñecos. Las cuatro afirman con rotundidad que volvería a participar en nuevos proyectos de tipo solidario y en esta línea todo parece indicar que su próxima parada será participar en un rastrillo.

No sólo se trataba de colaborar fabricando unos cuantos muñecos –añade Belén Magdaleno- sino que hemos querido concienciar a los niños de que hay otros pequeños que lo están pasando mal y a los que podemos ayudar con un regalo que lo que intenta es arrancarlos una sonrisa”.

Para el párroco de Boecillo, David Prieto, acciones de este hipo hacen “que los niños crezcan como personas. De manera complementaria a lo que se les enseña como preparación a su Primera Comunión uno de los valores que hay que enseñarles es la generosidad y que tengan los ojos abiertos para ver que hay otros niños como ellos que están sufriendo por causas de una enfermedad y a los que se les puede arrancar una sonrisa y alegrar el día con algo tan sencillo como el regalo de una muñeca”. 

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