¿Cuántos de los españoles confían en nuestros políticos?
¿Cuántos de los españoles confían en nuestros políticos? Entre pocos y muy pocos, según las encuestas, que los sitúan en el último puesto de una inmensa cantidad de profesiones existentes en nuestro país.
Pueblosycomarcas.com; @PueblosComarcas
Un total de 400.000 cargos públicos soporta nuestro país, entre alcaldes, parlamentarios, diputados, asesores, etc. Y es que la inmensa mayoría de los españoles piensa que todo funcionaría mucho mejor si estos cargos se redujesen aproximadamente a la mitad, lo que podría representar aproximadamente 30.000 millones de euros de ahorro. Y ¿Cómo iban a pensar lo contrario? Si no hay día que no desayunemos con la noticia de un nuevo cargo político imputado por la justicia, ya son más de 300 los políticos imputados por malversación, prevaricación, cohecho, o tráfico de influencias. Pero cuidado, no caigamos en el error de generalizar, que la inmensa mayoría de estos cargos políticos están realizando en tiempos de crisis labores maravillosas por sus pueblos y por sus gentes hasta que los jueces nos demuestren lo contrario, o todo aquel que se atreva y tenga con qué justificarse, porque siempre hay mucho “cobarde de taberna”.
Se nos avecina una regeneración no sólo económica, si no también política, social y moral. Con seis millones de parados sin esperanza, nueve millones de pensionistas congelados, tres millones de funcionarios que se quedaron sin la extra de Navidad, y el resto a la expectativa de nuestros gobernantes… ¿Quién no se va a poner en plan tiquismiquis a controlar al vecino y principalmente a quien vive y goza del dinero público? Porque cuando hay para todos, vamos bien, pero cuando no, empiezan a salir todos los “y tú más” con sus correspondientes trapos sucios, y este es el cuento de nunca acabar.
Señores: Cuando nuestros políticos se comprometan de verdad con sus votantes, cumpliendo sus compromisos, y cumpliendo la ley, se acabará ese problema de que los ciudadanos consideren a los políticos como un problema y no como una solución.
Carlos Cerro Santos.