Cruz Roja realizará un seguimiento telefónico a más de 1.000 personas en situación de vulnerabilidad por el frío en la provincia vallisoletana

  • La institución recuerda cómo afrontar las bajas temperaturas con la campaña Yo me protejo

  

Pueblosycomarcas.com@PueblosComarcas

Cada año el intenso frío y las bajas temperaturas ponen en riesgo la salud de muchas personas.  La campaña nacional ‘Yo me protejo’ de Cruz Roja se renueva con el mensaje esencial que transmite a la población general y a sus personas usuarias, para mejorar los hábitos saludables y evitar conductas de riesgo en la población vulnerable relacionados con el impacto negativo de las bajas temperaturas.

Cruz Roja en Valladolid ha iniciado esta campaña que estará activa hasta finales de marzo de 2023. De esta forma, está previsto que 1.033 personas en situación de vulnerabilidad de la provincia vallisoletana reciban información, a través de un servicio telefónico, en la que se refuerzan conocimientos sobre conductas y hábitos que contribuyen a prevenir los efectos adversos de las bajas temperaturas y conocer la situación de pobreza energética para ofrecer ayuda -dentro del marco del Plan Cruz Roja Reacciona– en caso de detectar y corroborar que no disponen de recursos para mantener una temperatura adecuada en su hogar.

Las llamadas, realizadas por voluntariado de Cruz Roja, se efectúan desde los Centros de Contacto de Cruz Roja en Cigales, Íscar, Laguna de Duero, Mayorga, Medina del Campo, Medina de Rioseco, Olmedo, Portillo, Peñafiel, Tordesillas, Tudela de Duero y Valladolid.

Ésta es una muestra del trabajo transversal que Cruz Roja realiza en todas sus áreas, detectando problemas que van desde el área de Inclusión Social, hasta el de la Salud, pasando por Marca y Comunicación que difunde a través de sus medios y redes sociales los principales consejos y pautas a tener en cuenta durante las olas de frío.

‘YO ME PROTEJO’, LA CAMPAÑA PARA TODA LA SOCIEDAD

Las bajas temperaturas disminuyen las defensas y favorecen muchas enfermedades respiratorias (resfriados, gripe, bronquitis, neumonía…), y causan más mortalidad que las olas de calor. Prevenir los efectos negativos de las bajas temperaturas es sencillo siguiendo consejos básicos relacionados con la alimentación saludable, una correcta vestimenta, o la actividad dentro y fuera del hogar.

  • Si te encuentras mal, mantén la actividad que estés haciendo e intenta resguardarte mientras pides ayuda.
  • Si una persona se encuentra mal:
    • Vigila las constantes vitales.
    • Cambia las ropas si están mojadas y abriga adecuadamente a la persona.
    • Proporciona bebidas calientes, nunca comidas ni bebidas estimulantes (chocolate, café, té, etc.) ni alcohol.
    • Coloca bolsas de agua caliente, debidamente aisladas para prevenir quemaduras; evita los baños y duchas calientes (implican riesgo de colapso) y no masajees las extremidades.
    • Traslada a la víctima a un centro hospitalario lo antes posible.
    • Si está inconsciente aplica los protocolos básicos de primeros auxilios para el mantenimiento de constantes y consigue ayuda médica urgentemente.
  • Tu alimentación e hidratación
    • Bebe líquidos calientes, incluyendo agua, siempre que no exista contraindicación médica.
    • Toma una alimentación variada y equilibrada que te aporten la energía necesaria para combar el frío (legumbres, sopa, etc.), consumiendo diariamente fruta.
    • Evita el consumo de bebidas alcohólicas, ya que reducen la vasodilatación periférica, aumentando la pérdida de calor corporal.
  • Tu vestimenta
    • Protege las zonas del cuerpo más sensibles al frío intenso, por ser las más alejadas del corazón, como: mejillas, nariz, orejas y dedos de las manos.
    • Usa ropa ligera, no apretada y que transpire (en lugar de ropa ajustada a la piel, utiliza varias prendas de ropa, una encima de otra, para que circule el aire y que éste funcione como aislante).
    • Protege la cabeza, manos y pies.
    • Emplea un calzado impermeable, antideslizante, cómodo y que no te apriete.
    • En función de la actividad que vayas a desarrollar, viste ropa que también te proteja del viento y de la lluvia.
  • Organizando tus actividades en el exterior (calle, campo, etc.)
    • Centraliza las actividades en el exterior durante las horas en las que se registren temperaturas más elevadas, evitando las exposiciones prolongadas al frío y los cambios bruscos de temperatura.
    • Si tienes que hacer actividades en el exterior durante las horas de frío no olvides procurar:
      • Resguardarte del frío y la humedad.
      • Evitar la entrada de frío en los pulmones.
      • Abrigarte con vestimenta y calzado adecuados, y tomar las precauciones oportunas ante el hielo.
      • Si necesitas un bastón para caminar, cambia la pieza plástica del extremo inferior del mismo para prevenir los resbalones y caídas.
      • Beber líquidos calientes y azucarados, evitando las bebidas alcohólicas.
      • Permanecer en movimiento, pero evita realizar ejercicios físicos excesivos (porque el frío perjudica a la circulación sanguínea).
      • Evitar transitar zonas de umbría, congeladas, etc.
    • En el hogar
      • Permanece en las estancias más calientes (provistas de radiador, calefacción, etc.) o donde puedas abrigarte.
      • Cierra las puertas, ventanas, persianas, toldos, cortinas…. evitando que las corrientes de aire o agua entren.
      • Ventila diariamente las diferentes estancias para renovar el aire y evitar la acumulación de CO2, si utilizas braseros o chimenea
      • Asegúrate del correcto funcionamiento de las estufas (eléctricas, de gas, etc.), mantenlas alejadas de tejidos o elementos inflamables, apágalas durante la noche.
      • Evita que la habitación se reseque en exceso; pon algún recipiente con agua.
    • Durante los viajes
      • Viaja en transporte público o, si lo haces en coche, en compañía.
      • Infórmate de la situación meteorológica y del estado de las carreteras, así como de puntos para el descanso o refugio.
      • Evita, en la medida de lo posible, viajar en condiciones meteorológicas adversas.
      • Revisa el vehículo previamente, asegurándote de su adecuado funcionamiento (neumáticos, frenos, luces, etc.) y de otros aspectos básicos como que el depósito está lleno, las cadenas y la batería del móvil cargada.
      • Utiliza la calefacción, pero abre las ventanas periódicamente (cada 1 o 2 horas aproximadamente) para ventilar el interior unos segundos.
      • Presta especial atención a los cambios bruscos de temperatura que se producen al entrar y salir del vehículo, bajando progresivamente la temperatura del interior.
      • Cuando hagas un viaje largo descansa, lleva líquidos azucarados y calientes.
      • Nunca dejes a niños/as ni a personas mayores en el interior de un vehículo cerrado.
    • Y si habitualmente tomas medicación,
      • Sigue tomando tus medicamentos y evita automedicarte, recurriendo en caso de duda a tu personal médico de referencia.
      • Consulta a tu médico/a acerca de las medidas suplementarias que debes adoptar.