Cristina Cifuentes: “Hay que proteger y respetar el derecho a manifestación”

La Delegada del Gobierno en Madrid fue la protagonista de la segunda jornada de la Semana Cultural de la Asociación “Peña La Aldaba” de la Pedraja de Portillo donde pronunció una conferencia sobre la seguridad ciudadana en la comunidad autónoma de Madrid. 

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Bajo el título “Problemática de la seguridad en una gran ciudad”, la Delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, pronunció ayer una conferencia en la segunda jornada de la Semana Cultural de la Peña La Aldaba de la Pedraja.

Ante una sala de cultura llena, y con la presentación previa de Aurelio Martín y de Alfonso Martín, Cifuentes inició su alocución agradeciendo la invitación de La Aldaba para asistir a esta semana cultural así como la presencia del público que se había dado cita para escucharla. Entrando en harina, la delegada del gobierno empezó apuntando aspectos generales de su gestión al frente de la seguridad de los madrileños indicando que a pesar de los problemas propios que conlleva gestionar la seguridad de una comunidad como Madrid, con grandes núcleos de población, en líneas generales dicha gestión le está resultando "más fácil de lo esperado". Además señaló la gran coordinación que, salvando casos concretos, existe entre la policía y la Guardia Civil "lo que facilita las cosas". Aseverando que el objetivo de los mecanismos de seguridad "es que el delito descienda, Cifuentes se mostró "razonablemente satisfecha con la evolución de las cifras en estos dos años pues pese a estar inmersos en una profunda crisis económica que podría implicar aumentos del número de delitos, en Madrid, el número de los mismos no sólo no ha aumentado sino que ha descendido un  3,5%". Aun así, quiso apostillar que el objetivo, aunque utópico, "es que la delincuencia desaparezca".

En otra parte de su intervención, Cifuentes realizó una breve descripción del modelo de seguridad ciudadana que se quiere instaurar en Madrid y que está basado en tres pilares fundamentales como son la colaboración ciudadana, las políticas preventivas dirigidas a sectores sensibles como los ancianos y los menores y por último la coordinación entre las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Antes de que varios de los asistentes de entre el público la formularan unas preguntas y en alusión a un tema de moda como es el de las manifestaciones, a pesar  de no tener que ver directamente con la seguridad ciudadana, la delegada añadió que “hay que proteger y respetar el derecho de manifestación pero evitando que se perjudique a terceros como por ejemplo a los vecinos de las zonas donde se realizan”.

Llegados al Ecuador de la noche, y una vez que se abrió el turno de preguntas, desde el patio de butacas se dirigieron cuestiones de ámbito general como el comportamiento de la policía en las manifestaciones o la tramitación de la Ley de Seguridad Ciudadana que tanto debate está suscitando en la sociedad, y preguntas particulares como una sobre la condena reciente  a un joven que la injurió vía redes sociales. Incluso se la preguntó por el incidente de tráfico la ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. 

Ley de Seguridad Ciudadana

En este punto y preguntada por su opinión acerca de esta Ley y por la controversia que está causando, Cifuentes quiso aclarar que la Ley está en periodo de tramitación y "sujeta a modificaciones". Eso sí, desde el primer momento quiso dejar claro que la considera como "una ley imprescindible" puesto que la última ley de seguridad ciudadana data de 1992 y "en más de veinte años la casuística de los delitos ha evolucionado de tal manera que actualmente existen formas de delinquir impensables hace 20 años". Desde la Delegación del Gobierno en Madrid, y según indicó, se han hecho aportaciones al texto en todo lo relativo a situaciones como el ejercicio de la prostitución cerca de los colegios o las "cundas" o taxis de la droga que tanto han proliferado en la zona de Embajadores de Madrid. Además quiso aclarar que la práctica totalidad de las críticas que la Ley está recibiendo se limitan a lo relativo al derecho de manifestación, regulado en una ley diferentes, y no a aspectos específicos de seguridad. "La Ley -aclaró- no prohibe ni sanciona el derecho de manifestación sino ciertos comportamientos agresivos y que alteran el orden público que se puedan dar dentro de ellas". Puso el ejemplo concreto de la quema de contenedores, sancionable de una manera dura si se produce al lado de un estadio de fútbol, pero que queda impune si se produce en cualquier otro lugar. "Es contradictoria esta diferente vara de medir" afirmó la delegada.