Coalición de Centro Democrático reprueba la actuación del Ministerio del Interior, Fernando Grande Marlaska

  • Tanto en lo que a su conducta concreta se refiere como la gestión seguida por la Dirección de la Guardia Civil, en el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid

Fíex Calleja y David García, vicepresidente y presidente de CCD.

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Coalición de Centro Democrático (CCD) emitido un comunicado de prensa en el que reprueba la actuación del Ministerio del Interior, tanto en lo que a la conducta concreta del Ministro Fernando Grande Marlaska se refiere, como la gestión seguida por la Dirección de la Guardia Civil, en el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, exigiendo la dimisión inmediata del Ministro y su equipo.

Para la formación centrista, la evidencia de su falta de respeto a la verdad en su comparecencia ante el Congreso y el Senado el pasado día 29 de mayo, detonada en los medios informativos con la exhibición de la comunicación interna dirigida por la Directora General de la Guardia Civil Dª. María Gámez Gámez al Secretario de Estado de Seguridad D. Rafael Pérez Ruiz, evidencia “un comportamiento ladino impropio de quien, en mayor medida por su profesión, debe ser un leal y honesto servidor de la verdad, ya sea la versión formal y aparente, ya sea la versión material y cierta”. La mujer del César no solo ha de parecer honrada, sino que además debe serlo. Si no se respeta la honestidad y la lealtad en el cumplimiento del deber, qué se puede esperar de un servidor público, cuyo comportamiento no está presidido por el interés preferente de la patria, sino por la defensa del sillón y el cambalache entre navegantes de fortuna, explican desde CCD.

En el comunicado se insiste en que falsear la verdad y dañar la composición de uno de los pilares fundamentales de la arquitectura del Estado como es el Ministerio del Interior, manifiestan un doble error que le incapacita para seguir rigiendo los destinos de un soporte tan básico para el funcionamiento del Estado cual es la Seguridad Nacional. Si un juez, cuya conducta debe estar presidida por la honestidad y fiel observancia de la legalidad, deambula en el ejercicio de la cosa pública como el adalid de la mentira, sin mostrar respeto alguno por las actuaciones de sus subordinados en sus relaciones con los compañeros de profesión del Sr. Ministro, provoca un serio rechazo del ciudadano en la credibilidad en la Guardia Civil y en la Judicatura. Descrédito sumamente grave, del que solo es responsable el Sr. Marlaska por el corrompido ejercicio de sus obligaciones públicas, al repudiar conscientemente la grave secuela que dicho comportamiento tiene en el aprecio de la ciudadanía por la función del Estado.

Pero además, según CCD, la sustracción al conocimiento público de actuaciones que revisten caracteres delictivos, el amparo mediante la ocultación de, como mínimo, gravísimas negligencias que pueden haber causado miles de muertes por inoperancia, incompetencia o pervertidos intereses políticos, y la purga de aquellos que no se someten a la genuflexión de la ley del silencio, aunado a la falaz mentira en su comparecencia ante el órgano que encarna la representación de la soberanía nacional, es axioma de un total ultraje a la democracia, y la premisa de que se es indigno para ocupar el alto destino que le ha sido atribuido entre los altos cargos nacionales.