Cantando bajo la lluvia en la sexta traída de la Virgen de Compasco
La Cofradía de Nuestra Señora de Compasco organizó por sexto año consecutivo el traslado de su imagen titular desde la ermita sita en los pinares de Compasco, a varios kilómetros del casco tradicional de Aldeamayor de San Martín, hasta la iglesia parroquial del municipio.
P. Celso Prieto Bermejo, O. Carm
‘Cantando bajo la lluvia’, título de la conocida película, podía usarse también para describir lo que fue la Sexta Traída de la imagen de la Virgen de Compasco hasta la iglesia parroquial de San Martín de Aldeamayor celebrada en la tarde del pasado sábado, 17 de octubre.
Un grupo numeroso de personas se reunió en la puerta de la ermita sobre las cinco de la tarde y tras entronizar la imagen sobre la ya conocida carroza, obra del herrero de Aldeamayor Alberto Prieto, hecha en el año 2011, se comenzó el santo rosario y el camino hacia casa. A los diez minutos escasos de echar a andar apareció la lluvia y hubo que transformar la carroza para proteger la imagen. Ahí se notó la mano hábil del artesano que en breves momentos ensambló el armaje que va incorporado a los bajos de la carroza. Con lo que de nuevo se inició la marcha. Los peregrinos no tuvieron tanta suerte aunque se caminó deprisa sufrieron las inclemencias del tiempo. Ello no fue óbice para que el grupo caminara unido rezando, cantando y expresando su alegría.
Como siempre el paso de la pasarela sobre la A 601 es la mayor dificultad solventada por la estudiada forma de la misma carroza. Al empezar el antiguo Parador las varas de los mayordomos se adornaron con crespones negros, apareció el pendón de la Cofradía y el sacerdote revestido para rezar los misterios dolorosos del Santo Rosario en sufragio de los difuntos de la Cofradía.
Al llegar al cruce de la calle Larga y Constitución, donde otrora estuviera la Fuente, se cantó la Salve, recordando aquella tradición del remate de los brazos de andas. Hasta la iglesia hubo que acelerar el paso porque de nuevo comenzaba la lluvia. Una vez en la iglesia, puesto que se llegó con media hora de adelanto, una devota dirigió los misterios luminosos del Santo Rosario.
Tras la Eucaristía, en la que se recordó a los fieles difuntos de la cofradía, hubo cabildo general de la Cofradía en el salón del Espacio Joven. En esta asamblea se entregó a cada cofrade el proyecto de renovación de los Estatutos papa ser presentado a las autoridades religiosas. Los actuales datan de 1888. Ya ha llovido y hay otras sensibilidades. Una de las mayores novedades que aportarán los nuevos estatutos será la participación de las mujeres con iguales derechos a los hombres pudiendo participar en todos los actos y cargos que la cofradía detente.
Un año más y la felicidad de haber cumplido con esta incipiente tradición que además de la expresión de la propia devoción ofrece un paisaje maravilloso sobre todo en el cruce del pinar y un buen ejercicio físico. La Virgen está de nuevo en el pueblo para pasar el inverno. La cuidaremos y la rezaremos.