Ana Belén Prieto Herrera nueva alcaldesa de Mucientes

  • El Ayuntamiento de Mucientes acogió este sábado el acto de constitución de la nueva Corporación Municipal y la investidura de la alcaldesa

 

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El Ayuntamiento de Mucientes acogió este sábado el acto de constitución de la nueva Corporación Municipal surgida de la cita con las urnas del pasado 28 de mayo. Justo después se procedió a la Investidura de Ana Belén Prieto Herrera, candidata del Partido Popular, como alcaldesa-presidenta del municipio.

El acto comenzó a las 12:00 horas en el Salón de Plenos con la lectura del acta de proclamación de los concejales electos por parte de la secretaria municipal que ha precedido la formación de la Mesa de Edad, que integraron los concejales electos presentes en el acto de mayor y menor edad junto a la secretaria del Ayuntamiento. En esta ocasión Félix José Alonso Saravia actuó de presidente y Ana Belén Prieto Herrera de vocal. Ellos fueron los primeros en tomar posesión como concejales del Ayuntamiento, dando entonces inicio formal a la sesión plenaria.

Minutos después, los concejales han prestado juramento en base a la fórmula establecida en el artículo primero del Real Decreto 707/1979, de 5 de abril: “Juro/prometo por mi conciencia y honor cumplir fielmente las obligaciones del cargo de concejal del Excelentísimo Ayuntamiento de Mucientes, con lealtad al Rey, y guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado”.

Tras recibir los votos a favor de los 3 concejales del Grupo Popular y la toma de juramento la nueva alcaldesa-presidenta, Ana Belén Prieto Herrera, ha recogido de manos de Emiliana Centeno Escudero, alcaldesa saliente, el Bastón de Mando y la Taza de Mucientes.

A la celebración han asistido la Directora General de Vivienda, Arquitectura y Urbanismo de la Junta de Castilla y León María Pardo Álvarez, familiares de los ediles y numerosos vecinos de la localidad.

LA TAZA

El 1 de julio de 1614 (s. XVII) la villa de Mucientes compra los derechos del monopolio del vino o derechos de Guarda del Fiel Medidor de donde derivará la correduría del vino que es el cobro de los impuestos que lo grababan.

Cuando alguien venía a comprar vino a Mucientes se tenía que poner en contacto con el corredor, que era la persona que comercializaba el vino de Mucientes, y le llevaba de bodega en bodega enseñando el vino que había en el municipio, y con la taza lo daba a probar.

Por cada litro de vino o vinagre que salía de Mucientes se cobraba un impuesto, parte se lo quedaba el Ayuntamiento, que era el propietario de la taza, y la otra parte se la quedaba el corredor. Todos los años el puesto de corredor del vino se subastaba en lo que llamaban «la SUBASTA DE LA TAZA». Esta subasta era a la baja, al que menor porcentaje del impuesto se quedara se le adjudicaba la correduría durante ese año.

La taza estuvo en vigor hasta 1945 (21 de octubre de 1945) importe de 3.000 ptas.

La taza de Mucientes es una taza de plata de octogonal con dos asas en forma de voluta en la que se probaba el vino. No se empleaban los vasos de cristal sino los vasos de barro. En un vaso de barro o madera a la luz de un candil o una vela era imposible ver si el vino estaba limpio o sucio, sin embargo, con el fondo limpio y pulido de la taza de plata sí que se podían ver todas esas imperfecciones al reflejarse la luz del candil o la vela en el fondo y rebotar al exterior. Por decirlo de algún modo era el catavinos de la época.

Tiene una inscripción «la mando hacer Juan Mogín y Diego Zalama ánimas de Mucientes. Año de 1824», en alusión a las dos personas que donaron la taza en ese año (aunque por la forma de la taza se piensa que pudiera ser anterior a esa fecha) y a la cofradía que se encargaba de las oraciones para sacar a las almas del purgatorio. Quien se quedaba con el monopolio tenía que dar un porcentaje por concepto de ánimas a dicha institución.

La TAZA aparece en el «Inventario general de los bienes que posee este municipio y que constituyen el Patrimonio del mismo» realizado en 1930 con el número 78 descrita como «una taza de plata de dos asas que se usaba para enseñar vinos» Actualmente la taza tiene un valor simbólico, cuando el alcalde toma posesión del cargo recibe el bastón de mando símbolo del poder y la taza símbolo de la gran importancia que tiene el vino en este municipio.