Aldeamayor homenajea a María Álvarez, su nueva vecina centenaria
- Lo hizo en el día de ayer con un emotivo acto en el Centro de Día en el que estuvo arropada por autoridades locales, familiares y vecinos
- María acompañada de sus familiares.
Juan José Villalba Pinilla
Aldeamayor de San Martín cuenta desde el pasado sábado con una nueva vecina centenaria. Se trata de María Álvarez que ese once de febrero alcanzaba los tres dígitos. Por ese motivo, del que muy pocos pueden presumir, durante el fin de semana ha disfrutado de diferentes actos como reconocimiento a toda esta trayectoria vital.
Para empezar, a lo largo del sábado y la mañana del domingo lo hizo dentro del ámbito familiar acompañada no sólo de sus descendientes directos (tres hijas, cinco nietos y 3 biznietas ) sino de otros de segundo orden como sobrinos, etc. Los fastos incluyeron no solo los habituales eventos gastronómicos sino también una misa de acción de gracias a la Virgen del Milagro en Valdestillas, su localidad natal.
En la tarde de ayer domingo la celebración tuvo un carácter social y recibió el cariño de decenas de vecinos de Aldeamayor, autoridades locales incluidas, en un entrañable encuentro en el Centro de Día para Personas Mayores de donde es socia.
Allí fue objeto de palabras de cariño tanto del alcalde de la localidad, Fernando de la Cal Bueno en representación del consistorio; y de la presidenta de la Asociación de Jubilados del municipio, Angelines Acebes Pinilla, en representación de todo el colectivo. La parte discursiva concluyó con la intervención de una de sus hijas en representación de la familia para, entre otras cosas, agradecer la presencia de los vecinos en el acto y la colaboración del Ayuntamiento en la organización del mismo.
La velada finalizó una canción en su honor y un ágape para los presentes gentileza de la familia de la homenajeada que en todo momento se mostró afable y agradecida por las distinciones.
Natural de Valdestillas, a finales de los años 40 del siglo pasado se traslada a Aldeamayor, de donde ya no se movería, para contraer matrimonio con David Gómez natural de la villa pinariega. De ella dicen sus hijas que siempre tuvo mucho temperamento y fue muy trabajadora “mirando por el bien de sus hijas por encima del suyo propio”.
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